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Convivencia El Milagro de las castañas 2024


12/may de 2015, Martes 6º de Pascua

Si me voy, os enviaré al Espíritu
Dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: «¿Adónde vas?» Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado».
Juan 16, 5-11

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbLa mentira siempre molestó la conciencia de Jesús. Parece que lo dejara sin fuerzas, como si le apagara sus convicciones y como si lo convirtiera, ante sus propios ojos, en un delincuente. Por eso creemos que lo que más anhelaba Jesús en su interior era que se hiciera plena verdad sobre su vida.
Seguramente Jesús anhelaba en su interior que algún día sus discípulos pudieran estar plenamente seguros de quién había sido su Maestro: no un impostor a quien finalmente desenmascararon los príncipes de los sacerdotes para colgarlo de un madero, sino el hombre leal a los principios de vida que Dios había revelado por sus siervos los profetas. Pero, a la hora de la verdad, ¿quién le podía creer a un condenado a muerte?
Es aquí donde el Espíritu Santo aparece con toda su fuerza. Jesús pone en él toda su esperanza. Él es el Espíritu del Padre y de él mismo, y por eso es el Espíritu de verdad.
Si el Espíritu llega a ser parte importante en la vida de sus discípulos, sin duda alguna que la verdad se abrirá paso en sus conciencias y conocerán la verdadera realidad de Jesús. Por eso Jesús desea y promete que les dará el Espíritu.
Sólo la muerte de Jesús, que sus discípulos no esperaban, sólo la traición que no podían imaginarse, sólo un juicio ilegal como el que iba a ocurrir y sólo los inmensos sufrimientos y humillaciones de la muerte en cruz, sufridos por un inocente, podían golpear la conciencia de los discípulos hasta activarles el Espíritu de Dios que tenían adormecido.
Lo que suele olvidársele a los opresores, es que siempre queda un lugar que ellos no pueden tocar: la conciencia. Y que ésta se convierte en fuerza incontenible de verdad y de denuncia, cuando el espíritu que la habita se activa.

El Espíritu Santo:
Paráclito (Defensor)
El Espíritu Santo era denominado por los primeros cristianos como el «Paráclito», que significa ‘defensor’.
Los primeros cristianos se sentían tan defendidos por Jesús Resucitado, que al Espíritu Santo le denominaron como «Defensor» Con su fuerza se extendieron por todo el mundo conocido.
Primeramente por una región llamada Asia Menor (actual Turquía). Esta región existían multitud de ciudades de cultura griega: Esmirna, Antioquía, Éfeso...
Eran ciudades de gran potencial económico y cultural. Adoraban a dioses paganos Gracias a la valentía de los primeros cristianos, y a la fuerza del Espíritu de Jesús Resucitado, presente en medio de estas comunidades, anunciaron el Evangelio en aquel mundo nuevo y poderoso para ellos.
En la imagen uno de los símbolos culturales más poderoso de aquella época: Los Juegos
Olímpicos.
La ciudad de Esmirna los celebraba con tal profusión, que los atletas vencedores eran coronados con laurel y olivo... de oro. Con motivo de este evento, se acuñaban también monedas de oro.

(Fotos: Atleta coronado. Corona de olivo de oro. Monedas olímpicas. - Esmirna. Asia Menor-)




Semana del 11/may-17/may

Esta semana comienza la Novena a María Auxiliadora durante la que tendremos la oportunidad de escuchar a varios predicadores: don Francisco Ruiz (sdb), director de la Casa; don Adrián Rios, delegado Diocesano de Comunicación;  don Santiago Gómez Sierra, Obispo Auxiliar de Sevilla; al Cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo Emérito de Sevilla; y a don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla el mismo día de María Auxiliadora.
  • Mar 12/may
    • 18:00 h - Taller de labores, Asociación.
  • Mié 13/may
    • 20:30 h - Aniversario de la Coronación Canónica de la Imagen de María Auxiliadora, Basílica.
  • Vie 15/may. Novena María Auxiliadora. Día 1
    • 20:30 h - Eucaristía. Preside don Francisco Ruiz (sdb), director de la Casa. Anima: Mama Margarita. Cantos: Niños Primera Comunión.
  • Sáb 16/may. Novena María Auxiliadora. Día 2
    • 20:30 h - Eucaristía. Preside Excmo. y Rvdmo. don José Vilaplana, Obispo de Huelva. Anima: AMPA y HDB. Cantos: Escolanía.
  • Dom 17/may. Novena María Auxiliadora. Día 3. Presentación de matrimonios de 25 y 50 años
    • 13:00 h - Eucaristía "Solemnidad de la asención del Señor". Lecturas del domingo, Basílica.
    • 20:30 h - Eucaristía. Preside don Francisco Ruiz (sdb), director de la Casa. Anima: Fundación Proyecto Don Bosco. Cantos: Coro Domingo Savio. Presentación de matrimonios de 25 y 50 años
    Seguid atentos al calendario que tenemos en constante actualización.

    Fernando J. Claros,
    Comunicación en Información

    11/may de 2015, Lunes 6º de Pascua

    Vosotros daréis testimonio de mí
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
    Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».
    Juan 15, 26-16,4

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbA medida se acerca la muerte de Jesús, los textos del Evangelio de Juan anuncian la presencia del Espíritu Santo. Jesús insiste sobre este tema. El Espíritu completará la obra que Él ha iniciado y dará fuerzas a la incipiente comunidad de discípulos.
    Jesús les promete a sus discípulos el envío de este Espíritu que hará entre ellos un trabajo en torno a la verdad. Trabajar en torno a la verdad es lo más importante en ese momento, ya que la imagen de Jesús está completamente deformada por sus enemigos, los fariseos y escribas. Para ellos Jesús es un blasfemo que merece la muerte.
    Él ha desacreditado la Ley, el templo y el culto y encima tiene el descaro de llamarse Hijo de Dios. A una persona con tanto cinismo hay que eliminarla cuanto antes.
    Jesús quiere que sus discípulos lleguen a descubrir su verdadera imagen, que no es la de un blasfemo, sino la del Hijo del Padre que ha venido a salvar lo que estaba perdido y a ser el Buen Pastor que reune a las ovejas dispersas en medio de la oscuridad.
    El papel del Espíritu, que vendrá después de su dura partida, es clave. Al Espíritu le corresponderá desenmascarar a los verdaderos blasfemos, a los fariseos, a todos aquellos que hacen de la muerte y la explotación, su paisaje habitual.
    Los escribas y fariseos han tenido el descaro de suplantar al Dios del Antiguo Testamento que estaba en favor del ser humano oprimido, y que entregó a su pueblo unas leyes para vivir en fraternidad. Ellos lo han cambiado por un dios que ahora está a favor de una Ley sin corazón; una ley opresora de los pobres y necesitados que se ven cada vez más hundidos en su pobreza e ignorancia.
    Es necesario y urgente que el Espíritu se haga presente para que vuelvan a ser reconstruidos los verdaderos valores que dan sentido a la vida humana.

    Sinagogas
    Los primeros cristianos eran de cultura y religión judía. Tras la muerte y resurrección de Jesús continuaron frecuentando la sinagoga como lugar de oración.
    Con el paso de los años la situación se hizo insostenible, y fueron expulsados de las sinagogas.
    La Sinagoga es una institución que nació cuando los judíos estaban exiliados en Babilonia. Al no tener el Templo de Jerusalén, crearon un lugar para reunirse semanalmente, leer la Palabra, rezar y recordar su lengua y cultura.
    La palabra ‘sinagoga’ significa asamblea, reunión de los hijos de Israel.
    Luego pasó a designar el edificio donde se reúnen los judíos para celebrar la oración.

    (Fotos: Corazain. Baram. Bet-Shearim (Sinagogas))


    Actos en honor a María Auxiliadora

    Te dejamos el cartel que la Asociación de María Auxiliadora ha realizado con motivo del próximo mes de mayo
    Atentos a los predicadores de la Novena, al día de su Fiesta, a la Bajada y a la Procesión

    10/may de 2015, Domingo 6º de Pascua

    Permaneced en mi amor
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
    Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
    Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
    Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
    No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».
    Juan 15, 9-17

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo». Jesús explica el tipo de amor que tiene a sus discípulos: Un amor parecido al del Padre. El eje fundamental de la enseñanza de Jesús es la práctica del amor.
    En el Antiguo Testamento, la relación de la persona humana con Dios se expresaba en términos de sumisión. Jesús, por el contrario, excluye la adhesión a Él como la de siervos que respetan a su amo. La relación entre la persona humana y Dios pasa a ser entendida como amistad.
    Por las energías que despierta y los caminos que abre, el amor es la gran fuerza que mueve al ser humano.
    La causa de la crisis de nuestra sociedad tal vez sea la falta de amor. Muchas relaciones sociales carecen de ese sentimiento que nos acerca y nos permite reconocer en los demás a hermanos, sabiendo que somos hijos de un mismo Padre.
    Con demasiada frecuencia vemos en el otro a un competidor. En otras ocasiones nuestra la vida social está completamente «judicializada»: Reducimos nuestro comportamiento a una «ética jurídica», es decir, nos relacionamos con los demás sobre la base de las leyes, olvidando la «ética moral». Porque más allá de las leyes debe estar nuestra conciencia personal, que sin olvidar la legalidad vigente, la supera.
    Conviene revisar nuestras actitudes a la luz del evangelio que leemos hoy.
    Pero los esfuerzos individuales por vivir en el amor no son suficientes. El amor debe presidir las estructuras. Al frente de los sistemas que gobiernan nuestras sociedades se han asentado ideologías que fomentan el egoísmo y el bienestar de unos pocos a costa del sufrimiento de muchos.
    «La libre economía y el libre mercado», se han erigido como paradigmas universales. Es urgente volver al mandamiento del amor. Es necesaria una renovación de las mentes y de las estructuras sociales, donde las propuestas y las nuevas experiencias surjan de los sectores sociales tradicionalmente marginados y explotados.
    Es urgente ponerle a esta sociedad un «suplemento de alma»: el amor. Tan sólo cuando el amor y la solidaridad sean las alternativas que superen la competencia y la supervivencia del más fuerte: «la alegría será completa»...
    Cuando el evangelio habla de «alegría» no se refiere solamente a ese estado de satisfacción gozosa e interior. «Alegría» era para el pueblo de Israel una de las características fundamentales del Reino de Dios, es decir, de ese tiempo nuevo en el que florecerá la misericordia, la justicia y el derecho por encima del odio y la intransigencia.

    9/may de 2015, Sábado 5º de Pascua

    No es el siervo más que su amo
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
    Recordad lo que os dije: «No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra». Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».
    Juan 15,18-21

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbLa comunidad de Juan se erige en ejemplo para las comunidades del naciente cristianismo.
    En medio de la persecución de Nerón y Domiciano, recurre al recuerdo del maestro para encontrar alivio y fuerza para resistir.
    El texto que leemos hoy nace en respuesta a la angustia de las primeras persecuciones.
    Servirá de testimonio y lección teológica para las generaciones sucesivas.
    Uno de los antivalores que denuncia Jesús es «el mundo», entendido como estructura que al amar la injusticia, odia a Dios y persigue a sus seguidores. Jesús identifica «mundo» con los poderosos que llenan la historia de dolor. El evangelio de Juan entiende por «mundo», a aquellas instituciones o personajes que se adueñan de las personas y esclavizan a los seres humanos para conseguir poder, dinero, honores, autoridad... en detrimento de los pobres y silenciados.
    ¿Porqué Jesús utiliza la palabra «mundo» como sinónimo de elementos negativos?
    En la mentalidad hebrea de la época, toda la realidad conocida se dividía en dos regiones simbólicas: Cielo y Tierra. El cielo es el lugar donde habita la divinidad; la tierra donde habitan los humanos. La tierra (mundo) era vista también como elemento de tentación, pues sobre ella se realizaban los rituales de fecundidad, muy propios de los pueblos limítrofes a Israel, e incluso del mismo pueblo de Israel. No olvidemos que el monoteísmo fue siempre un ideal que casi nunca llegó a conseguir el pueblo de Israel. Mientras el judaísmo oficial proclamaba en sus escritos un fuerte monoteísmo, los sencillos campesinos del pueblo tenían la tentación de practicar ritos de fecundidad de la tierra, a fin de garantizar mágicamente las cosechas.
    El Jesús que presenta el evangelio de Juan, durante estos días de Pascua, va descubriendo valores humanos que deben ser conservados y enriquecidos porque tienen la capacidad de perdurar. Entre estos valores se halla: el amor, la alegría y la amistad.
    El educador cristiano, siguiendo el ejemplo de Jesús, procura que las vidas de los chicos y las chicas se llenen de valores alternativos a los del «mundo». Estos valores ayudan a hacer presente el Reino de Dios en el corazón de las personas y en el seno de la sociedad. Sólo llenando las conciencias de propuestas alternativas que tengan capacidad de fascinación y encantamiento, se logra que el «mundo» no seduzca.

    Primeras persecuciones
    Las primeras comunidades cristianas se establecieron en Jerusalén, Cafarnaún, Nazareth y diversas poblaciones del Asia Menor. Estaban muy unidas a la religión judía. Progresivamente tomaron conciencia de su propia identidad. A partir de este momento su expansión por la cuenca del Mediterráneo fue muy rápida.
    Prontamente sufrieron persecuciones. Muchas de estas persecuciones fueron locales.
    Nos queda el recuerdo y los escritos de algunas de ellas. Los cristianos de Roma enterraron en las «catacumbas» a muchos creyentes muertos por defender su fe en Cristo. Algunos cristianos sufrieron martirio en el Coliseo de la ciudad de Roma.

    (Fotos: Coliseo. Buen Pastor, Catacumba Domitila)


    8/may de 2015, Viernes 5º de Pascua

    Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
    Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
    No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros”.
    Juan 15, 12-17

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbLa alegría es un valor que hay que implantar en los lugares en los que se desarrolla nuestra vida, especialmente en el ámbito educativo.
    Otro de los valores que aparece en el evangelio es el de la amistad. No hay ser humano que no tenga algún tipo de experiencia en el campo de la amistad. Es otro de los valores de nuestra vida diaria.
    Ordinariamente nuestra sociedad liga la alegría a un modelo de amistad superficial, que hace a las personas pasajeramente felices, porque mutuamente celebran sus superficialidades, viven momentos de expansión incontrolada, tapan sus debilidades, o critican a los demás.
    Este modelo de amistad superficial no resiste una confrontación con el modelo de amistad que nos presenta Jesús en su evangelio.
    Frente a un modelo de amistad aparente, Jesús nos habla de “su amistad”, entendida como algo profundo y duradero, lleno también de sentimientos, pero hondamente arraigado en la convicción de hacerle el bien al amigo, de hacerlo crecer en busca de su propia transformación.
    Jesús define tres cualidades a su propuesta de amistad: En primer lugar, les dice a sus discípulos que los llama amigos porque “les ha dado a conocer todo lo que aprendió de su Padre”. Una amistad que enriquece.
    En segundo lugar, Jesús les exige también algo a sus amigos: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando” ¿Y qué les manda? Que se amen unos a otros. El verdadero amigo no atrapa al otro sólo para sí. Por el contrario, quiere que comparta con todos, el amor y la amistad. Una amistad que no crea círculos cerrados.
    En tercer lugar, la amistad llega hasta dar la vida por el amigo: “no hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos”. La verdadera amistad significa entrega y donación.
    El educador cristiano toma buena nota de este valor que aparece tan claramente en el evangelio de hoy. Y facilita la creación de verdaderas amistades entre sus alumnos, no sólo de un difuso compañerismo.
    Para ello, el educador cristiano, facilita los procesos educativos de socialización. Desarrolla la dimensión social y asociativa en los chicos y chicas con actividades, iniciativas y asociaciones juveniles que van más allá del aula.
    Cultivando esta dimensión, niños y jóvenes hacen experiencia de la comunidad cristiana.

    La cena de Pascua
    La Cena de Pascua es un ritual que ya celebraba el pueblo de Israel cuando tan sólo era un grupo reducido de clanes nómadas del desierto. El elemento central del rito consistía en el sacrificio de un cordero. Con su sangre se marcaban los mástiles de las tiendas; signo de buen augurio para los rebaños.
    En tiempos de Jesús este ritual recordaba la liberación de Egipto o Éxodo. Se consumían lechugas amargas (recordando los amargos momentos de la esclavitud); se untaba pan sin levadura en una mermelada rojiza (recuerdo de la argamasa de barro con la que fabricaban ladrillos para el Faraón); se comía cordero asado como plato central. Finalizaba el ritual con tres copas de vino que acompañaban al canto de los salmos de «Hallel», (alabanza), de donde proviene la palabra Aleluya: Halelu (alabad) y Yah (abreviatura de Yahvé).
    Con el pan ácimo de esta Cena, y con las copas de vino de los salmos de la Hallel, Jesús instituyó la
    Eucaristía. En la Última Cena no se menciona el cordero porque Jesús ocupa su lugar: Él se ofrece como víctima en la cruz para la salvación del mundo.

    7/may de 2015, Jueves 5º de Pascua

    Permaneced en mi amor
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
    Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»
    Juan 15, 9-11

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbCuando el amor de Cristo arraiga en el interior de una persona, los efectos no se hacen esperar: renacen las esperanzas, crece el sentido positivo de la vida y la alegría aparece con fuerza.
    La alegría que no nace desde lo profundo de la persona, es una realidad engañosa.
    Nuestra cultura propone alegrías superficiales que desaparecen pronto, dejando el sabor contrario: una especie de desencanto; como cuando se quiere atrapar el agua entre las manos.
    Nuestra cultura subraya esa alegría que brota de poseer objetos de consumo y de gozar de elevadas cotas de bienestar. Si bien es cierto que la calidad de vida provoca una cierta satisfacción, es igualmente cierto que las cosas y el bienestar material no colman las más profundas aspiraciones de la persona.
    La alegría de la que habla Jesús es un don permanente que anida en el interior, llenándolo todo porque ayuda a crecer y a madurar en el camino de la vida. Jesús no la llama “alegría” simplemente. La llama “mi alegría”. La alegría que da Jesús no es una alegría cualquiera. Es la alegría que nace por sentirse uno amado por un Dios que es Padre y Madre.
    El educador cristiano crea un ambiente de alegría. Es capaz de traducir el gozo de sentirnos amados por Dios, a realidades concretas, relacionadas con el mundo de los niños y jóvenes. Es importante educar a la alegría y al sentido positivo de la vida. El educador debe presentar un tipo de alegría nacida de la profundidad de la persona.
    El educador cristiano ayuda a los adolescentes a romper con la esquizofrenia de nuestra sociedad de producción y consumo que marca cinco días de la semana para una producción deshumanizadora, y dos días para consumir tipos de ocio también deshumanizadores.
    Muchos chicos y chicas de nuestros ambientes han experimentado la fugaz alegría que nace de la fiesta, del consumo, del bienestar... Pero quizás nadie les propuso esas otras alegrías que nacen de la donación personal frente al egoísmo, del perdón frente a la venganza, de la cooperación frente a la competitividad, del esfuerzo por construir un mundo mejor frente a la apatía.

    El juego y la música
    El pueblo judío disponía también de algunos elementos destinados a potenciar aspectos lúdicos de la vida.
    Si bien la alegría que dichos artefactos proporcionaban no era esa alegría profunda y espiritual a la que se refiere el texto del evangelio, contribuían a desarrollar momentos de gozo y convivencia. La música fue expresión de gozo y alegría.
    Se han hallado restos arqueológicos de los siguientes instrumentos: címbalos (platillos), flautas pastoriles de caña y hueso, liras, panderos, tamboriles...
    El rey David potenció grandemente el uso de la música como elemento litúrgico en el primitivo Templo de Jerusalén.


    Imagen:
    Juegos utilizados en Mesopotamia por los antiguos reyes de UR (1800 aC).
















    Imagen:
    Címbalos o platillos. La música producida por el pueblo de Israel tenía la función de acompañar la danza. Los elementos rítmicos de la música se producían con los címbalos y panderos.
    La melodía se emitía con flautas pastoriles hechas con cañas huecas, y ocasionalmente con huesos.



    Nuestra Inspectoría (SMX) se compromete con Nepal

    Vemos en la web de la Inspectoría esta noticia sobre su compromiso con la situación en Nepal 
    La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se compromete con Nepal a través de sus ONGD
    Jóvenes y Desarrollo, Solidaridad Don Bosco y VOLS colaboran con las tareas de emergencia de los Salesianos a través de Don Bosco Network.
    La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, a través de las tres ONGD salesianas de la misma, ha puesto a disposición de todas aquellas personas que deseen colaborar en las tareas de emergencia de los Salesianos de Nepal diferentes números de cuenta para donativos:
    • Jóvenes y Desarrollo: ES56 0075 0001 8106 0090 0300
    • Solidaridad Don Bosco: ES59 2100 2542 6602 1007 8366
    • VOLS: ES48 2100 1005 0402 0015 9110
    Todas las ayudas se canalizarán mediante la Federación Mundial Don Bosco Network, encargada dar respuesta a las situaciones de emergencia y el protocolo de con la recogida de fondos destinados a la ayuda de emergencia y la reconstrucción de las zonas más devastadas. Además, junto con el resto de ONGD salesianas que conforman esta Federación, están canalizando toda la información que llega a través de las comunidades de salesianos presentes en el país con el fin de establecer las prioridades que se deben atender en los próximos meses.
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    6/may de 2015, Miércoles 5º de Pascua

    Permaneced en mí y yo en vosotros
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
    Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
    Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmientos, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
    Juan 15. 1-8

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb“Permanecer” es estar unidos, estrechamente ligados. Es depender, es dar por haber recibido primero, ya que no depende de nuestras propias fuerzas. Por otra parte, la imagen de la vid es la imagen de todo un pueblo; un pueblo que debe dar frutos abundantes.
    El acento en este primer trozo no está en los frutos, aunque debe darlos, sino en que sólo puede hacerlo si “permanece”. Permaneciendo es como se ofrece una cosecha abundante, que es para lo que la vid es plantada.
    La importancia de los frutos es tradicional en Israel, y remite al “derecho” y la “justicia”, es decir a la respuesta fiel al proyecto de Dios. Por el contrario, los frutos de la opresión e injusticia revelan que muchas ramas deben ser podadas. Pero la palabra de Jesús, esa que cuidamos y nos compromete al amor, va limpiando y podando para que los frutos sean siempre conforme a la voluntad de Dios. Pero ese fruto, no es un “simple” fruto de derecho y justicia, es un fruto divino, es consecuencia de “permanecer” unidos a Jesús que, a su vez, permanece unido al Padre Dios.
    ¿Qué fruto se espera de los que permanecen unidos a Jesús? Eso lo dirá en los versículos siguientes, pero lo que ya sabemos es que esos frutos que espera el viñador (el Padre) no los podremos dar separados de la vid (Jesús).
    En cambio, quienes han cuidado el mandamiento del amor, cuidan del hermano; se vuelven capaces de dar la vida por ellos y entonces hacen fructificar el proyecto divino.
    Así, en la solidaridad, en el establecimiento del derecho y la justicia, Dios es glorificado.
    La viña y sus frutos
    Los viñedos se han cultivado durante milenios en las laderas de toda la tierra de Israel. Múltiples referencias bíblicas describen la viña: «Mi amigo tenía una viña plantada en una ladera. La cavó y despedregó. En ella plantó las mejores cepas. Edificó una torre en medio de ella, y además excavó un lagar. Y esperó que diese uvas..» (Isaías 5, 2)
    «Un hombre plantó una viña, la cercó con un vallado y cavó en ella un lagar; edificó una torre y la dio en renta a unos labradores» (Mateo 21, 33)
    En estos dos textos se describen los elementos que conforman una viña.
    El pueblo de Israel descubre la importancia de las viñas cuando se adentra en la tierra de Canaán tras el Éxodo y la travesía del desierto del Sinaí.
    Tan importante llegó a ser la viña y el vino, que se convirtieron en símbolo del pueblo de Israel y de los tiempos del Mesías respectivamente. Yahvé fue siempre el dueño de la viña (del pueblo) que la cuida y mima con esmero.
    La vendimia tiene lugar en el mes de septiembre. Las familias iban a vivir junto a la viña. La vendimia se vivía como una fiesta. A fin de vigilar de cerca las viñas, los campesinos se trasladaban a vivir a unas torres edificadas en el mismo viñedo. (Ver imagen)
    Las uvas frescas se consumían con pan. Era un alimento muy apreciado. Otras uvas se destinaban a la preparación de pasas. Puestas a secar al sol se giraban y rociaban con aceite de oliva para mantenerlas húmedas. Abigail, la princesa del desierto, conquistó a David mandándole «cien racimos de uvas pasas» (1 Samuel 25, 18)
    También fabricaban miel de uvas. Para ello hervían el mosto hasta que éste se espesaba.
    La mayor parte de los racimos se destinaban a la fabricación de vino, para lo cual disponían de un lagar junto a cada viña.

    Pasó la Feria de Abril

    Y cada año cuesta más trabajo...
    Desde que a principios de marzo se realizara la reunión de Caseta de Feria en la que informar a los socios de los de las fechas previstas y recoger las inquietudes de quienes cada año participan, la asociación está liada con esta actividad.

    La preparación de enseres, el montaje de toldos y estructuras, la venta de invitaciones, el montaje definitivo, la decoración, los encargados de día y por supuesto el desmontaje (cada año más costoso) no se podrían haber realizado sin la generosa participación de socios y familiares.
    Damos gracias por el estupendo grupo humano con el que cuenta la Asociación aunque no podemos dejar de pensar que el año que viene está a la vuelta...

    5/may de 2015, Martes 5º de Pascua

    La paz os dejo, mi paz os doy
    Dijo Jesús a sus discípulos:
    «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde.
    Me habéis oído decir: «Me voy y vuelvo a vuestro lado». Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago».
    Juan 14, 27-31

    Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdbEl saludo era, para los antiguos pueblos orientales, como un pacto de fórmula breve. Al encontrarse dos personas judías se decían: «Shalom», que significa paz; una paz integral que engloba multitud de deseos positivos.
    Cuando a una persona se le negaba el saludo, estaba en peligro. Por ejemplo: los hermanos del patriarca José terminaron vendiéndole a unos mercaderes de esclavos por veinte monedas de plata... Eso sólo fue tan sólo el desenlace. Primeramente le habían negado el saludo (shalom) y ya no hablaban con él.
    La cultura de la no-violencia distingue entre paz negativa y paz positiva. La paz negativa es ausencia de violencia física y verbal. La paz positiva es promoción, cooperación, fraternidad, encuentro mutuo, aceptación de las diversidades del otro como medio para el enriquecimiento mutuo...
    En el mejor de los casos, la paz que propugnan las grandes potencias es imposición de un bando que silencia al otro, tranquilidad porque el enemigo ha sido reducido.
    Las guerras regionales o locales, diseminadas por todo el mundo, son semillas que sólo generan futuras cosechas de odio y venganza.
    Esta es la «paz» que fabrica el mundo. Y mientras exista este modelo de paz, se están preparando nuevas guerras, porque los derrotados, tarde o temprano, reivindicarán lo perdido, generando un nuevo conflicto.
    Por eso Jesús habla de una paz distinta a la del mundo. Jesús habla de la paz que Él da, en la que no hay derrotados, ni explotados, ni oprimidos, ni silenciados... Es la paz que se construye sembrando igualdad de derechos, dignidad para todos, solidaridad y fraternidad.
    Es la paz de la fraternidad universal, no la paz de la amenaza, o la paz que imponen las grandes potencias, que pasan a la guerra cuando sus intereses son amenazados, sin hacer caso a la ética más elemental.
    Existe también una paz pequeñita que construimos cuando discutimos con alguien sin buscar silenciarlo, sino intentando descubrir la razón que a ambos acompaña para poder hallar un punto de
    encuentro sólido.
    Los educadores cristianos educamos para la paz. Pero no para una paz asentada en esa ética que se conforma con cumplir las leyes impuestas por el estado y el contrato social.
    Cuando educamos tan sólo para cumplir con una ética jurídica, la sociedad se judicializa y surgen problemas por doquier. El educador cristiano busca formar la conciencia con los auténticos valores de una paz más profunda que va más allá de la mera convivencia nacida del respeto a las leyes.

    Shalom
    Antigua expresión hebrea que significa «paz». Probablemente el pueblo hebreo heredó esta palabra de los cananeos, antiguos habitantes de Palestina. Esta expresión se ha conservado hasta nuestros días. En sus orígenes no era tan sólo un saludo verbal, sino que iba acompañado de una gran variedad de gestos corporales que le otorgaban sentido.
    Shalom, en su forma verbal equivale a nuestro saludo ordinario.
    Shalom, acompañado de un beso, es saludo fraternal que refuerza la cercanía y la amistad.
    Shalom, con la entrega de un poco de sal, equivale a realizar un pacto duradero en el tiempo.
    Shalom, inclinando el cuerpo en actitud de postración, significa sellar un tratado de paz, mostrando a la otra persona que se abandona toda actitud violenta.