5 de Febrero
- 1827: Juanito Bosco, con 12 años, cansado de las
dificultades que le pone su hermanastro Antonio, se decide, con el
consejo de mamá Margarita, a abandonar, temporalmente, la casa paterna,
Se dirige a Moncucco y llama a las puertas de las alquerías y casas de
campo, pidiendo el ser contratado como peón agrícola, recibiendo
negativas, una tras otra. Finalmente es acogido por los Moglia con
quienes estará dos años trabajamdo. Los patrones, gente buena y
comprensiva, le permiten seguir, en las horas libres, un curso de latín
que imparte el vicario de la parroquia, Don Cottino.
En las vacaciones veraniegas es el mismo Don Moglia, hermano del dueño de la finca donde trabaja Juanito, quien se encarga de repetirle las lecciones. Al escribir sus “Memorias”, Don Bosco omite la narración de este episodio de su infancia, posiblemente para no fomentar el descrédito sobre algunos familiares suyos.
Un día el joven jornalero se afanaba plantando unos sarmientos. En un momento se le oyó decir una extraña predicción: “Estas vides que estoy plantando ahora darán las mejores uvas, el mejor vino, la cantidad y calidad mejor y más grande y tendrán una vida más larga que las otras.” Efectivamente, todo sucedió tal como Juanito Bosco había dicho en su momento: aquella hilada de vides producía todos los años doble cantidad de fruto que las demás. La verdad de este hecho fue confirmada, porteriormente, por la familia Moglia.
En cierta ocasión, el patrón de la alquería preguntó a Juanito cual era su pretensión con todos aquellos libros y aquel estudio que hacía en las horas libres. Juan respondió: Espero poder llegar un día a ser sacerdote.” A la hija que escuchaba y que se tomaba a broma el asunto, dijo: “Y tú vendrás un día a confesarte conmigo”. Años después vendrá ella misma a confirmar la veracidad de la predicción del joven jornalero. (M.B. I, 191)
- 1877: En la primera sesión de la conferencia anual
de Directores, Don Rúa, que preside la reunión, promueve un deseo de D.
Bosco: que en toda casa, al comienzo del curso escolar, se predique un
triduo. El primero se hará en el Oratorio el próximo 28 de Octubre.
(M.B. XIII, 66)
- 1881: En Marsella Don Bosco visita al padre Pío Mortara, canónigo lateranense, expulsado de Italia y obligado a permanecer en el lecho por enfermedad. Don Bosco le asegura que Dios detendrá el decreto de su muerte. El canónigo pronto se curará y podrá seguir rindiendo servicios a la Iglesia. (M.B. XV, 41)
Vía: Rumbo al 2015 (Inspectoría de Sevilla)
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