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31/mar de 2015, Martes Santo

Uno de vosotros me va a entregar
Jesús, profundamente conmovido, dijo: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar”. Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: “Señor, ¿quién es?” Le contestó Jesús: «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado». Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.
Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: «Lo que tienes que hacer hazlo en seguida». Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.
Cuando salió, dijo Jesús: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: «Donde yo voy, vosotros no podéis ir»”.
Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde». Pedro replicó: “Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti”. Jesús le contestó: «¿Conque darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».
Juan 13, 21-33. 36-38

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) El relato de hoy hay que situarlo en el contexto de la Cena Pascual. El episodio que leemos ocurre mientras los discípulos se hallan reclinados entorno a la mesa celebrando el banquete con el que los judíos conmemoraban la fiesta de Pascua, es decir, la liberación y salida de Egipto.
Esta cena litúrgica hunde sus raíces en las costumbres ancestrales de los «hapiru», antepasados seminómadas de los israelitas: Cuando cambiaban de oasis, sacrificaban un cordero, y con su sangre untaban el mástil de la tienda, deseando fecundidad para sus rebaños. Al llegar a un nuevo oasis comían pan sin levadura... símbolo de lo nuevo, de lo que no ha fermentado.
Los elementos de esta fiesta fueron recogidos por los israelitas en la cena ritual que conmemoraba su libertad adquirida con la salida de Egipto.
Ningún evangelio habla del «cordero» pascual en la cena que Jesús realiza con sus apóstoles. Este dato indica que probablemente las autoridades judías ya habían expulsado a Jesús de la Sinagoga. Los expulsados de la Sinagoga no podían comer el cordero. El dato es recogido para proponer a Jesús como «nuevo» cordero Pascual que es inmolado pro su pueblo.
En el grupo de los apóstoles aparecen tres actitudes: Abandono, traición y fidelidad.
En el abandono se situarán Pedro y los otros discípulos. De camino a Jerusalén le manifestaban completa adhesión. Durante la ultima cena le reiteran su lealtad. Pero, desatada la persecución por parte de las autoridades del Templo, Pedro y los otros discípulos, huyen. El miedo, la tristeza o el desconcierto los llevará a negar a su propio maestro.
La traición es de Judas. Este personaje ambicioso y oscuro, sólo aparece en muy pocas ocasiones y entrega a Jesús a las autoridades. No sabemos con claridad qué motivaciones lo llevaron a tomar esa decisión.
La fidelidad identifica al “discípulo amado”. No sabemos con precisión quién era, pero, de él se destaca la proximidad a Jesús, el gran afecto que los vinculaba mutuamente y, sobre todo, la capacidad para comprender los propósitos de Jesús. Será el único discípulo que seguirá al maestro en el camino al Calvario. Allí, con el grupo de mujeres, será la única compañía de Jesús. Incluso, será el encargado de cuidar de la Madre del Señor. Luego, lo veremos reunido con el grupo de discípulos celebrando la resurrección de Jesús y proclamando el testimonio de lo acontecido a las generaciones venideras.
Como educadores cristianos hemos recibido una misión de parte de Dios: Hacer el bien a los jóvenes, ayudándoles a desarrollar sus capacidades. Hoy revisamos nuestro compromiso y reflexionamos en qué situación nos hallamos: ¿Abandono, traición, fidelidad...?
Untar pan y ofrecerlo
En el marco de la cena Pascual, Jesús pudo untar el pan o bien en una salsa amarga llamada ‘haroset’, símbolo de los malos ratos pasados en la esclavitud de Egipto, o bien en una especie de mermelada rojiza, símbolo del barro que amasaban junto con paja para fabricar los adobes.
Cuando un anfitrión judío untaba el pan y lo ofrecía un huesped, le decía: «Ahora somos hermanos. Hay pan y sal entre nosotros. Formamos parte de una misma familia; somos aliados».
Este gesto subraya la gravedad de la traición de Judas. En Oriente no hay cosa peor que aceptar la hospitalidad y volverse contra quien te ha hospedado. Este tipo de traición ya es citada por el profeta Abdías. También aparece en el Salmo 61, al que hará referencia Jesús de Nazareth al referirse a la traición.

Foto: Plato de vajilla comunitaria - Qumram. Palestina. Siglo I a. C.

30/mar de 2015, Lunes Santo

María unge a Jesús
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos.
Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.
María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?» Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando.
Jesús dijo: “Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
Juan 12, 1-11

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Faltan pocos días para la Pascua. Jesús se halla con sus discípulos en casa de los hermanos Lázaro, Marta y María. María se acerca con un frasco de perfume de nardo y unge los pies de Jesús. Judas protesta.
- Ungir a los rabinos que una mujer ungiera a un maestro era una costumbre desconocida entre los judíos de Israel, pero usual entre los judíos que estuvieron en el exilio de Babilonia.
En este texto el hecho de «ungir» es simbólico. No apunta tanto a los pies, sino a la costumbre de ungir los cadáveres en su enterramiento. Anticipa lo que van a hacer en breves fechas con Jesús.
- Una libra de perfume de nardo Este perfume se obtiene de las raíces y partes inferiores de una variedad del nardo que crece en India, a una altura superior a los 3.500 metros. Era un perfume de importación, y carísimo. Costaba 300 denarios. Es decir, los jornales de todo un año de un obrero. Una libra de perfume equivalía a 275 gramos. Con estos datos, el frasco debía medir 5x5x12 centímetros. Según el historiador Plinio el Viejo, este perfume era el más caro del mundo.
- Protesta de Judas Iscariote.
Sirve para resaltar el lado negativo de Judas Iscariote, que va a ser necesario en breve.
Y sirve también para anticipar la obra de misericordia que las mujeres realizarán con Jesús: Ungir su cadáver. El texto comienza a anticipar la tragedia que se va a vivir próximamente.
Jesús siempre asumió una actitud de respeto y reconocimiento hacia la mujer. Algunas formaban parte del grupo de seguidores. Jesús se dirigía a ellas públicamente (actitud muy mal vista por los judíos ortodoxos) y, como en el evangelio de hoy, le complacía que ellas lo ungieran. Esta actitud rompía con los esquemas de una cultura que marginaba a las mujeres.
Marta y María de Betania, hermanas de Lázaro, y muchas otras mujeres, acogieron el mensaje de Jesús. Otras marchaban junto con el grupo de los discípulos anunciando la buena noticia del Reino de Dios. Las mujeres fueron las únicas fieles al pie de la cruz. Y, tras la muerte de Jesús, fueron las primeras testigos de la resurrección.
Han tenido que pasar siglos y siglos de historia para que la mujer comience a ocupar un lugar de igualdad con el hombre. El cristianismo histórico no ha sido un abanderado de la liberación de la mujer. De la mano de Jesús podemos redescubrir hoy, con nuevos ojos y nueva sensibilidad, esos rasgos «feministas» que aparecen en el texto que hemos leído.
Como educadores cristianos facilitamos que chicos y chicas crezcan positivamente como hombres y mujeres. Favorecemos el desarrollo diferenciado de cada sexo, pero integrándoles en una cultura de la reciprocidad y de la igualdad de derechos y oportunidades. El educador cristiano educa a las chicas a una efectiva participación en el ámbito de lo religioso.

Ungüentarios
La unción era un signo de vital importancia para el pueblo de Israel. Tenía connotaciones religiosas.
Con aceite se «consagraba» una piedra para convertirla en altar; a un hombre para elegirlo rey o sacerdote... Con ungüento se ungían los cadáveres en un intento de que el espíritu del difunto no marchara...
El ungüento se conservaba en pequeños frascos de cristal, alabastro, marfil...
La mayoría de estos frascos no excedían los 12 cm. de altura.
Todo lo relacionado con los ungüentos era muy caro y signo de distinción social.


29/mar de 2015, Domingo de Ramos

Bendito el que viene en nombre del Señor
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis en seguida una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».
Esto ocurrió para que se cumpliese lo que dijo el profeta: «Decid a la hija de Sión: Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila»
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada.
Y la gente que iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!»
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: «¿Quién es éste?»
La gente que venia con él decía: «Es Jesús, el Profeta de Nazareth de Galilea.»
Mateo, 21,1-11

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) La entrada de Jesús en Jerusalén es un texto muy elaborado que presenta varios aspectos de Jesús como Mesías. El texto muestra datos interesantes.
Monte de los OlivosLa cita de este lugar no es sólo una cita geográfica, sino también teológica. El Monte de los Olivos era el lugar en el que, según la profecía de Zacarías, el Señor iba a poner los pies cuando regresara para regir los destino de Israel. (Zac. 14,4). El evangelio cita este lugar no sólo porque por debajo de él pasara el camino de Betania y Betfagué (pequeñas aldeas cercanas a Jerusalén donde se escondía Jesús), sino para afirmar que Jesús es el Mesías, Dios presente en medio de su pueblo.
Montado en un borriquilloCon este gesto Jesús protesta contra la idea de un Mesías violento. Jesús debió conocer que le esperaban en Jerusalén para aclamarlo como Mesías político. Es entonces cuando, recordando un texto famoso del profeta Zacarías, decide entrar a lomos de un borriquillo. ¿Qué decía ese texto? «Alégrate, muchacha de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti. Es justo y misericordioso, es humilde y cabalga sobre un borriquillo. Viene para romper los carros de guerra de Efraím y los caballos de Jerusalén. Tu rey romperá el arco que dispara saetas. Él proclamará a los pueblos la paz...» (Zac. 9, 9-10). Jesús nunca asumió la idea de un Mesías guerrillero. Quienes le conocieron percibieron que era un Mesías al estilo del Siervo de Yahvé; profeta enigmático que aparece en el libro de Isaías, y cuya misión fue cargar con las debilidades del pueblo y ofrecer su vida.
Alfombraban el camino con sus mantosEste gesto comenzó a utilizarse cuando el profeta Eliseo ungió como rey a Jehú, hacia el siglo VIII a.C. Cuando Jehú subió las escaleras del templo, el pueblo puso sobre ellas sus mantos, en señal de aceptación. Este gesto también lo realizaban los guerrilleros zelotes ante su jefe. Poniendo el manto sobre el lugar por donde iba a pasar el jefe, expresaban la total disposición de sus personas a seguirle.
La elección del animal fue intencionada. Los reyes entraban a la ciudad en caballo o mulo; los guerreros, en carro.
Jesús utilizó como montura un borrico, símbolo de mansedumbre y sumisión, según la profecía de Zacarías.
La gente comienza a gritar: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!» . Luego, como si se tratase de un rey, "echaron encima del borrico los mantos. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo". Con este gesto daban a entender que ponían a disposición del nuevo rey su propia vida.
La gente del pueblo hizo un flaco favor a Jesús al aclamarle como «Rey». No olvidemos que la Jerusalén de aquel tiempo estaba gobernada por José Caifás, Sumo sacerdote. Y en Israel fue siempre proverbial la lucha entre la monarquía y el gobierno sacerdotal.
Cuando el Sumo Sacerdote ve que Jesús es aclamado como descendiente de David, intuye que la situación comienza a ser peligrosa para sus intereses políticos. Tal vez en este momento decide eliminar a Jesús.



28/mar de 2015, Sábado 5º de Cuaresma

Conviene que uno muera por el pueblo
Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: «Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera». Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: «¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?» Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
Juan 11, 45-57

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Jesús resucitó a Lázaro en la aldea de Betania, que se halla a unos 3 kilómetros de Jerusalén. Tras pasar el día litigando con los fariseos en el Templo, Jesús se retiraba a esta aldea en la que hallaba la casa de Marta, María y Lázaro, sus amigos.
Los cristianos de los primeros siglos levantaron una basílica primitiva sobre la casa de Marta, María y Lázaro. Muy cerca de allí se muestra a los visitantes una antigua tumba del siglo I, donde afirma la tradición que Jesús resucitó a Lázaro. (En este lugar se están realizando actualmente interesantes investigaciones arqueológicas).
Muchos judíos acuden a esta casa de Betania para ver a Lázaro, a quien ha resucitado el Señor. Este acontecimiento provoca una reunión del Sanedrín, máxima asamblea de dirigentes judíos. Deciden dar muerte a Jesús esgrimiendo argumentos religiosos y nacionalistas.
El enfrentamiento entre Jesús y los dirigentes judíos está llegando a su punto culminante: Jesús ha puesto al descubierto el juego con el que fariseos, sumos sacerdotes y demás jefes engañan al pueblo para continuar gobernando a la sombra del imperio romano. Jesús ha dejado en evidencia cómo los fariseos utilizan la Ley de Moisés para eludir el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Jesús critica la religiosidad hipócrita de los escribas, que se preocupa por los impuestos y ofrendas del templo, pero que olvida el sagrado deber de socorrer a las viudas, los huérfanos y los extranjeros. Desenmascara el falso nacionalismo de los sumos sacerdotes que se escandalizan ante las insignias romanas, pero que guardan silencio cuando el Imperio asesina a profetas como Juan Bautista... y cobra en impuestos más del 50% de la producción íntegra de los campesinos, sumiéndolos en la miseria.
Los dirigentes acusan a Jesús de blasfemia y de herejía para descalificarlo ante el pueblo. El evangelio pone en boca del Sumo Sacerdote, Caifás, el sentido de la condena y muerte de Jesús: «iba a morir no sólo por el pueblo judío, sino también por los hijos de Dios dispersos» Jesús, viendo que las cosas empeoran, se retira a Efraín, aldea cercana a Jerusalén pero situada ya en los límites del desierto de Judá.
El educador cristiano, siguiendo el ejemplo de Jesús, ofrece a los muchachos y muchachas un tipo de educación que desenmascara las situaciones de opresión e injusticia existentes en nuestro mundo. El educador cristiano mantiene una actitud de equilibrio sereno que le permite acompañar, guiar y orientar. Desde el cariño y la comprensión sabe amonestar y denunciar aquellas actitudes negativas que se dan en el entorno de la clase o del grupo.

Nota sobre José Caifás, sumo sacerdote

Caifás fue sumo sacerdote y presidente del Sanedrín, durante 18 largos años. Desde el año 18 d.C. al año 36 d.C. Jesús fue apresado y condenado a muerte durante sus mandato.
Aunque parezca extraño, Caifás era fue principal gobernante de Judea durante la vida de Jesús. (En Galilea gobernaba Herodes Antipas, hijo de herodes el Grande). Si bien es cierto que los romanos mantenían un dominio sobre Judea, Galilea y Samaría, también es cierto que los dirigentes romanos dejaban libertad a las instituciones de los pueblos que dominaban. Los romanos tan sólo eran implacables en el cobro de los impuestos.
Caifás fue un buen gobernante. Supo mantener un cierto equilibrio entre las tradiciones del pueblo de Israel y las autoridades romanas. Caifás disponía de una policía judía de 8.500 hombres que se encargaba de mantener el orden en Judea. El procurador romano residía en Cesarea Marítima, y desde allí acudía a Jerusalén en las grandes ocasiones. Por ese motivo Poncio Pilatos estaba en la capital durante la Pascua en la que fue prendido y ajusticiado Jesús de Nazareth.

Vestigios arqueológicos del palacio de Caifás
Caifás fue sumo sacerdote y presidente del Sanedrín, durante 18 largos años: desde el año 18 d.C. al año 36 d. C. Jesús fue apresado y condenado a muerte durante sus mandato.
Se conservan los restos arqueológicos del palacio del Sumo sacerdote José Caifás.


En la imagen: un detalle del interior del palacio.
La arqueología también ha hallado la tumba y el osario, finamente labrado, donde se guardaron los
restos del sumo sacerdote José Caifás

Vuelve «La Pasión» a Chicarreros

Nuestro grupo teatral Farándula Don Bosco representa La Pasión el próximo sábado 28 de marzo en la Sala Chicarreros, tras una Cuaresma de gira por la provincia.

Alcalá de Guadaira, Paradas, Dos Hermanas o Peñaflor han sido algunas de las localidades que este año han disfrutado de la puesta en escena que este grupo realiza sobre la Pasión, Muerte y Resurreción de Jesús con un montaje que en el que participan más de 60 personas entre actores y equipo técnico bajo la dirección de Manuel Mateo.

Los «milagros», la solidaridad, su mensaje y la proclamación como hijo de Dios hacen temblar los cimientos del poder, que reacciona con beligerancia en la decisión de darle muerte.

Las invitaciones (8 y 10 €) para las dos sesiones (12:00 h y 19:00 h) están ya disponibles en la taquilla del teatro (Sala Chicarreros, Plaza de San Francisco 1, Sevilla).

Recuerda: sábado 28/03/2015 (12:00 y 19:00h) Sala Chicarreros (Sede Cajasol), Plaza de San Francisco, 1 Sevilla, 41004 (invitación 8 y 10 €).

27/mar de 2015, Viernes 5º de Cuaresma

El Padre está en mí y yo en él
Los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús: Él les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?» 
Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: «Yo os digo: Sois dioses»? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis,
pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad». Y muchos creyeron en él allí.
Juan 10, 31-42

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Algunas personas se preguntan si fueron los romanos los que mataron a Jesús o si fueron los judíos, o si fue por común acuerdo.
La respuesta más cierta es que a Jesús lo mataron “personas de bien”, grupos que gozaban de la mejor reputación y reconocimiento social. A Jesús no lo mataron unosndelincuentes comunes para robarle un dinero que no tenía. Lo mataron personas que tenían autoridad para declararlo blasfemo y, por lo tanto, reo de muerte.
En tiempos de Jesús era el Sumo Sacerdote quien dirigía Judea. El procurador o gobernador romano residía en Cesarea Marítima. Allí tenía una guarnición de unos 2.000 soldados romanos. Algunos de ellos se desplazaban a Jerusalén tan sólo durante la fiesta de Pascua para garantizar el orden.
La rabia contra Jesús había crecido hasta tal extremo, que los individuos influyentes consideraron que era mejor que muriera una persona a que toda la nación pereciera.
En otras palabras, colocaron los intereses de la nación por encima del valor de la vida humana, como lo habían hecho muchas veces con otros tantos inocentes.
Nuestro deber como cristianos es desenmascarar a grupos e individuos que legitiman el derecho a oprimir a las personas o a excluirlas del conjunto social, aunque sea una opresión moral o psicológica. Cualquier forma de exclusión es una encubierta actualización del derecho a matar. Desgraciadamente es una realidad muy extendida en el mundo actual.
En este «viernes de dolores» conviene que volvamos a pensar que el cristianismo es algo serio que compromete nuestra vida. La historia de Jesús sigue presente en nuestros tiempos.
En nuestra sociedad secularizada la Semana Santa puede convertirse en un elemento festivo y turístico, aún sacando a la calle las imágenes de la pasión de Cristo.
Existen muchos grupos de creyentes que prefieren un cristianismo light, ligero, suave, descafeinado, sin esos aspectos conflictivos que pone ante nuestros ojos una lectura atenta del evangelio.
Hay cantos religiosos, celebraciones cristianas e imágenes de Jesús en las que aparece un Cristo totalmente intimista, reducido a la esfera de la devoción privada, perfectamente manipulable, como una idea difusa alejada de la realidad... En esta Semana Santa estamos a tiempo de recuperar a un Jesús que sufrió la incomprensión por comprometerse en la defensa de la vida de los más débiles.
Como educadores cristianos tenemos en esta Semana Santa la posibilidad de ofrecer a los chicos y chicas muy diversas imágenes de Jesús. De nosotros depende que esta imagen hunda sus raíces en la realidad de nuestra historia o se pierda en un intimismo descafeinado.

Viernes de Dolores · Cristianos y Yazidíes huyendo




Horario de apertura del ambigú en Semana Santa

Se acerca la Semana Grande de nuestra ciudad, y por ello, adaptamos el horario del bar-ambigú de nuestra Asociación.

El horario de apertura del ambigú la próxima Semana Santa será el siguiente:

  • Domingo de Ramos (29/mar): Abierto de 13:00h a 17:00h
  • Lunes Santo a Viernes Santo (30/mar a 3/abr): Cerrado
  • Sábado Santo (4/abr): Abierto de 12:00h a 2:00h (hasta entrada de La Trinidad)
  • Domingo de Resurrección (5/abr): Cerrado

Disculpen las molestias.

Vocalía de Centro

26/mar de 2015, Jueves 5º de Cuaresma

Antes que naciera Abrahán existo yo
Dijo Jesús a los judíos: “Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre”.
Los judíos le dijeron: «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: «Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre»? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?»
Jesús contestó: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: «Es nuestro Dios», aunque no lo conocéis.
Yo sí lo conozco, y si dijera: «No lo conozco» sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría”.
Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?»
Jesús les dijo: «Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo».
Entonces agarraron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
Juan 8, 51-59

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Jesús está en el Templo de Jerusalén. En este marco geográfico se suceden varias disputas con los fariseos y doctores de la Ley.El tema de la discusión de hoy se centra en la vida. La vida aparece como valor fundamental por encima de leyes y estructuras.
Los fariseos y escribas habían encumbrado la Torá (Ley de Moisés) y las instituciones religiosas y sociales por encima de todo. Nada que no estuviera sometido a estas realidades tenía sentido. Cuando Jesús acoge a los pecadores que han transgredido la Ley, a los sencillos (gente de la tierra) que no conocen las normas, a los extranjeros que tienen otra religión... los fariseos se sitúan frente a él porque Jesús está concediendo mayor importancia a la vida y a las personas que a las Leyes y estructuras.
El considerar que la doctrina elaborada por los fariseos valían más que la vida de un ser humano, fue lo que llevó a los escribas y fariseos a descalificar a Jesús llamándolo loco e intentando asesinarlo a pedradas.
Esta manera de pensar ha calado hondo en la historia. Todos conocemos los grandes etnocidios que han tenido lugar en el siglo XX en nombre de la nación, la raza y las ideologías políticas.
En la segunda década del siglo XXI existen nuevos etnocidios. Suelen ser etnocidios silenciosos provocados por el hambre, la falta de asistencia sanitaria, la carencia de infraestructuras sólidas que no resisten las catástrofes naturales... Y la situación de los menores, considerada como el problema más grave en los inicios del siglo XXI.
Explotación laboral y sexual de menores, niños soldado, víctimas de minas personales, el etnocidio de las niñas chinas... Niños y jóvenes adoctrinados para que se inmolen en aras del fanatismo...
Frente a las guerras que golpean nuestras conciencias, frente a las barbaries perpetradas por grupos fundamentalistas que crucifican y deguellan aún hoy, frente a los genocidios silenciosos... el cuidado de la vida sigue siendo una asignatura pendiente dos mil años después que Jesús pronunciara las palabras que hemos leído hoy.
La muerte de Jesús, y de millones de inocentes, nos dice que no todo está permitido, que las especulaciones humanas, el derroche, las ideologías... tienen un límite y que ese límite es el derecho a la vida.
«Quien salva una vida, salva al mundo entero»
El educador cristiano no sólo cuida la calidad de vida de los chicos y chicas de su clase, sino que crea en ellos actitudes positivas orientadas a un compromiso real y efectivo por la vida de otros niños y jóvenes: El educador cristiano presenta la vida como valor, informa de la situación, facilita la interiorización de este valor y ofrece momentos de acción y compromiso concretos.

Pórtico de Salomón. Templo de Jerusalén
El pórtico de Salomón estaba formado por tres niveles superpuestos que le otorgaban una altura de 28 metros. La columnata de la parte inferior sostenía un artesonado elegante y majestuoso.
En el interior de estos pórticos se reunían los maestros de la Toráh (Ley de Dios) para hablar y discutir de temas religiosos y teológicos. Aquí era donde Jesús debatía con fariseos y doctores de la Toráh.


25/mar de 2015, Miércoles 5º de Cuaresma

Aquí está la sirva del Señor.
A los seis meses envió Dios al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea que se llamaba Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. Entrando adonde estaba ella, el ángel le dijo:
-Alégrate, favorecida, el Señor está contigo.
Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
-No temas, María, que Dios te ha concedido su favor. Mira, vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo y le pondrás de nombre Jesús. Será grande, lo llamarán Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado; reinara para siempre en la casa de Jacob y su reinado no tendrá fin.
María dijo al ángel: -¿Cómo sucederá eso, si no vivo con un hombre?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te. cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán "Consagrado" "Hijo de Dios" Y mira, también tu pariente Isabel, en su vejez, ha concebido un hijo; la que decían que era estéril está ya de seis meses, porque para Dios no hay nada imposible.
Respondió María: Aquí está la sierva del Señor, cúmplase en mi lo que has dicho.
Y el ángel la dejó.
Lucas 1, 26-38

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) El texto de la Anunciación del ángel a María está construido sobre el esquema clásico de los relatos de anunciación de la Biblia:La intervención del ángel, el anuncio del nacimiento de un hijo, la comunicación del nombre que se le impondrá, y la revelación de la identidad del que va a nacer En todo relato de vocación, inmediatamente después de la llamada de Dios, se expresa la duda o el temor. Dios aprovecha esa duda para dar a conocer la misión con mayor claridad y el apoyo divino con que contará. Termina dando un signo que confirma todo cuanto se ha revelado (“Isabel ha concebido un hijo”). Lucas pone punto final a la escena hablando de la fe de María, que se declara servidora o esclava del Señor.
El texto presenta otros detalles:
El arcángel encargado de hacer el anuncio es «Gabriel» (mensaje de Dios). Este arcángel aparece en el libro del profeta Daniel como el encargado de explicar una visión relacionada con los tiempos en los que vendrá el Mesías. Poner el anuncio en boca de «Gabriel» equivale a señalar a María como madre del Mesías.
Esta anunciación contrasta con la anunciación que el ángel del Señor ha hecho al sacerdote Zacarías, al que le ha dicho que va a tener un hijo, que será Juan Bautista. Zacarías recibe su anunciación en el Templo de Jerusalén... y no cree. María recibe su anunciación en una humilde población, lejana a los círculos ortodoxos de la ciudad santa. María cree y acepta la presencia de Dios en su vida.
El niño se llamará «Yehosua», palabra compuesta de Yahvé + Oseas, y que significa: Dios Salvación.
En el siglo I se decía y pronunciaba como «Jesús». La intención: Jesús está llamado, desde el inicio de su vida, a ser salvación de Dios.
En otro lugar del evangelio aparece un sobrenombre de Jesús: «Enmanuel». Se trata de un nombre tomado del libro del profeta Isaías 7,14. Isaías anuncia al rey Ajaz el nacimiento de un hijo que será signo de vida y esperanza. Este hijo llevará el nombre de su misión: «Dios está con nosotros =  Enmanuel»
Se trata de un paraleleismo que expresa la identidad de Jesús. Pero a Jesús nunca le llamaron «Enmanuel».
Este texto contribuye a definir a Jesús de Nazareth: será todo el amor de Dios presente en medio de su pueblo.

Fra Angélico
Anunciaciones


24/mar de 2015, Martes 5º de Cuaresma

Muchos creyeron en él
Dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros”.
Y los judíos comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: «Donde yo voy no podéis venir vosotros»?” Y él continuaba: «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados».
Ellos le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les contestó: «Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús: “Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada”. Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
Juan 8, 21-30


Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) El texto de hoy se centra en dos expresiones que quedan difuminadas para nosotros, pero que tenían mucha resonancia para los cristianos de cultura judía:
«Yo soy»Esta expresión no dice nada especial a las personas de nuestra cultura. Sin embargo para el pueblo de Israel era, nada más y nada menos, que le definición de Yahvé. Yahvé mismo se había revelado a Moisés como «Yo soy». Cuando Jesús dice de sí mismo «Yo soy», un escalofrío de ira debía recorrer el cuerpo de los escribas y fariseos. Con esta expresión, tomada de las Escrituras, Jesús se proclamaba a sí mismo como el enviado de Dios.
Mediante estas palabras las primeras comunidades cristianas están diciendo: Todo el amor de Dios se ha hecho presente en la persona de Jesús de Nazareth. Dios es humilde, sencillo, capaz de entregar la vida para salvación de las personas.
«Cuando levantéis...»Esta expresión era una expresión clásica que hacía referencia a la estancia del pueblo de Dios en el desierto. (Números 21,4-9)
Resultó que hallándose los israelitas en una región del desierto llamada Punon, se vieron atacados por una plaga de «serpientes abrasadoras», denominadas así por la alta fiebre que provocaba su mordedura.
Moisés curó al pueblo herido por estas serpientes, construyendo una gran serpiente de bronce y levantándola sobre un madero. Todos los que miraban la serpiente, quedaban curados.
Entre los pueblos orientales, la serpiente era signo de vida y tenía propiedades curativas. En el lugar geográfico donde se sitúa este relato, se han hallado restos arqueológicos que atestiguan la existencia de hornos de fundición de cobre. Existen estudios sobre creencias mágicas y los poderes curativos del bronce.
Los primeros cristianos comparaban a Jesús de Nazareth, levantado en la cruz, con la serpiente de bronce levantada en el desierto ante el pueblo. Jesús, al ser levantado en la cruz, ha traído la curación y salvación.
Para judíos y griegos era un escándalo el mensaje de los cristianos. Para la mentalidad griega y judía no era posible comprender cómo la salvación podía venir de un ajusticiado en la cruz. La gente común esperaba que la revelación divina estuviera precedida de cambios en los astros y esperaban que un poderoso profeta les comunicara la voluntad divina. Sin embargo, esto no ocurrió así, y no ocurrirá porque Dios habla a los seres humanos en la historia, no fuera de ella. Dios habla a los cristianos desde la persona sencilla de Jesús de Nazareth.

El educador cristiano abandona toda situación de privilegio y se hace comprensible, sencillo, cercano... a niños y jóvenes. Pero sin olvidar que «ha sido levantado» (puesto al frente con autoridad) para curar, sanar, ayudar a que la vida crezca, ofrecer motivos de esperanza...

Amuletos de bronce en el desierto
En algunas zonas del desierto del Sinaí se conocía la metalurgia del bronce; aleación obtenida al fundir cobre y estaño. El pueblo de Israel, en su caminar por el desierto, entró en contacto con esta cultura del Bronce.
El descubrimiento del bronce fue de vital importancia para el desarrollo de la humanidad. Su uso fue tan decisivo que, a algunos ídolos fabricados en bronce, se les atribuían propiedades mágicas y curativas.
Tal es el caso de las «serpientes» construidas en la región del Oasis de Feirán y en la zona de Punón (Sinaí).
Amuletos en forma de serpiente tenían la propiedad de curar de las picaduras de las «serpientes abrasadoras », especie del desierto cuya picadura provoca fiebre muy alta. Moisés «levantó» uno de estos amuletos de bronce para que el pueblo sanara.
Cobra negra. Desierto de Sinai


Semana del 23/mar-29/mar

En esta semana en la que representamos La Pasión en la Sala Chicarreros de Sevilla, llegamos a un Domingo de Ramos con la Eucaristía de Palmas que abre la Semana Santa.
  • Mar 24/mar. Conmemoración de María Auxiliadora
    • 18:00 h - Taller de labores y manualidades, Asociación.
  • Sáb 28/mar. La Pasión en Sala Chicarreros (doble función)
    • 12:00 h - Representación de La Pasión, Sala Chicarreros (Sevilla).
    • 19:00 h - La Pasión (2ª sesión).
  • Dom 29/mar. Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
Seguid atentos al calendario que tenemos en constante actualización.

Nota:
  • Ya se avisará del horarios para carga de decorados (jueves 26) y montaje (viernes 27) .
Fernando J. Claros,
Comunicación en Información

23/mar de 2015, Lunes 5º de Cuaresma

Yo soy la luz del mundo
Jesús habló otra vez a los escribas y fariseos diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no caminará en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.»
Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo; y tu testimonio no es válido.»
Jesús les respondió: «Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne, yo no juzgo a nadie; y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado, el Padre. Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos es válido. Yo doy testimonio de mí mismo y además da testimonio de mí el que me envió, el Padre»
Ellos preguntaban: «¿Dónde está tu Padre?
Jesús contestó: Ni me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre»
Jesús tuvo esta conversación junto al Arca de las Ofrendas, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora.
Juan, 8, 12-20

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) El evangelio de hoy es continuación del que leíamos ayer. Jesús afirma que es «la luz del mundo»... ¿Qué entendían los contemporáneos de Jesús al escuchar la palabra «luz» pronunciada en ambiente religioso?
- Los judíos usaban frecuentemente la imagen de la luz y su opuesto: luz/tinieblas. Caminar en la luz era sinónimo de obrar rectamente, practicando la justicia, cumpliendo la oración, el ayuno y la limosna. Los impíos caminaban en tinieblas.
- La Ley de Dios (La torah) era la luz que iluminaba el caminar del pueblo como una antorcha en la noche.
- Dios había guiado a su pueblo con una especie de columna de luz para que no sucumbiera en su caminar por el desierto y alcanzara la tierra prometida; tierra de la fraternidad.
- El templo de Jerusalén es frecuentemente comparado con una luz puesta sobre un monte para alumbrar no sólo al pueblo de Israel, sino a todas las naciones de la tierra.
- El Mesías era simbolizado por una luz que brillará para el pueblo. Recordemos las alusiones a la luz que hacen determinados textos proféticos de Isaías que leemos en el adviento: «El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz...»
- El vocablo «luz» es aplicado al mismo Dios en determinadas ocasiones.
Cuando el evangelio de Juan afirma que Jesús es « la luz del mundo», está diciendo: La ley antigua ha pasado, Jesús trae la nueva ley de Dios para el nuevo pueblo. Jesús es el Mesías esperado por los profetas, Jesús es el nuevo templo donde habita Dios y acogerá a hombres y mujeres de toda la tierra...
Incluso se está afirmando que Jesús es la auténtica luz, en contraposición con la «iluminación» que proponían los círculos gnósticos. Las ideas «gnósticas» fue uno de los primeros problemas que tuvo la joven Iglesia. Esta especie de filosofía religiosa afirmaba que la salvación llega simplemente por conocer verdades y doctrinas, sin necesidad de acciones históricas comprometidas con la justicia y la liberación de los más oprimidos.
Los primeros cristianos se opusieron al «gnosticismo» porque Jesús no sólo había predicado una doctrina, sino que había realizado muchas acciones liberadoras en favor de los más oprimidos.
El educador cristiano se convierte en «luz» para los chicos y chicas. Él es el guía concreto, puesto al frente de un pueblo de jóvenes, para conducirles a un desarrollo integral.  

Lámparas y faroles de aceite
Las lámparas de aceite constituían la fuente de iluminación nocturna en tiempos de Jesús. El estilo de lámparas de aceite fue heredado por el pueblo de Israel de los antiguos cananeos.
Con el paso de los años la luz pasó a simbolizar la Ley de Dios que ilumina la vida del justo.

22/mar de 2015, Domingo 5º de Cuaresma

Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: "Señor, quisiéramos ver a Jesús". Felipe fue a decírselo a Andrés, y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: "Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí estará también mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre".
Entonces vino una voz del cielo: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo". La gente que había estado allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia Mí". Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Juan 12, 20-33

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Hay quienes llaman "mundo" a todo lo que no es religioso. Esa idea procede del lenguaje de los monjes, que llamaban "el mundo" a todo lo que no cabía en el monasterio: las fiestas, los bailes, la alegría de la vida y todo lo que tuviera que ver con el sexo. Todo eso recibía el nombre de "el mundo".La palabra "mundo" en el evangelio de Juan puede significar distintas cosas: el universo, la tierra, la humanidad..., obras de Dios y objeto de su amor. Pero, a veces, con esa palabra se refiere a una realidad negativa. El mundo, en este sentido, es la desdichada manera de organizar la sociedad que los hombres tenemos, es el "orden" social que tiene como pilares básicos "los bajos apetitos, los ojos insaciables, la arrogancia del dinero", según palabras del mismo evangelista en su primera carta (2,16). El mundo es todo sistema social y/o religioso en el que no se respeta la dignidad del ser humano, y, por tanto, no se respeta a Dios.
"... si el grano de trigo caído en tierra no muere..."
Algunos quizá piensen que esta frase significa que Dios quiere que su Hijo muera para salvar a la humanidad. No. Dios no quiere que ni su Hijo ni nadie muera; pero la muerte de Jesús será inevitable por la maldad del orden este. El sufrió, y, como él, todos los que se comprometan en la tarea de organizar el mundo de otra manera, como un mundo de hermanos, sufrirán el acoso de quienes quieren un mundo de explotación y dominio de unos sobre otros.
Todos los que gozan de privilegios obtenidos a costa de la opresión de los demás se resistirán a perderlos, aunque para ello tengan que matar; de hecho, sus privilegios son ya instrumento de muerte, pues sus sobras son falta de vida para los pobres.
El mundo de la explotación y las riquezas injustamente distribuidas es el mundo que mató a Jesús y tratará de matar a sus seguidores y a todos los que intenten impedir que siga matando. Y es a ese mundo, no a Dios; al que hay que temer. Y no porque nos pueda quitar la vida. No puede quitárnosla: Dios la defiende. Pero, contaminándola, nos la puede pudrir. E impedir que colaboremos en la construcción de un nuevo mundo en el que podamos vivir y compartir una nueva y verdadera vida que brotará del grano caído en tierra que no muere para siempre, sino para dar más vida.

como grano de trigo que al morir da mil frutos...

21/mar 2015, Sábado 4º de Cuaresma

Jamás ha hablado nadie así
Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Éste es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías».
Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?»
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: “¿Por qué no lo habéis traído?”
Los guardias respondieron: “Jamás ha hablado nadie como ese hombre”.
Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?»
Ellos le replicaron: “¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas”. Y se volvieron cada uno a su casa.
Juan 7, 40-53

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) La religión judía se había centrado en la ciudad de Jerusalén y en su Templo. La ciudad santa de Jerusalén había monopolizado a Yahvé y a sus profetas. La región de Galilea, que no tenía Templo ni era sede de la corte de los descendientes de David, era despreciada en lo religioso.Los evangelios subrayan que Jesús centra su predicación en la «Galilea de los gentiles», expresando con ello que Jesús ha venido para salvar lo que es despreciado y a quienes se hallan lejos de los círculos religiosos. A los contemporáneos de Jesús les llamó la atención que aquel profeta viviera en Galilea, alejado de los círculos rabínicos.
Los fariseos despreciaban a los habitantes de Galilea porque estaban muy «contaminados» por los muchos ciudadanos de cultura griega que allí vivían. Muchos galileos desconocían los pormenores de la Ley de Yahvé . Para los fariseos ignorar la Ley era causa de condenación. La mayor parte del pueblo sencillo y pobre no poseía un buen conocimiento de toda la extensa legislación escrita de Moisés y de los preceptos de la tradición que habían añadido los fariseos, situando los preceptos en unos 613. Es más, la mayoría de los galileos sólo tenían noticia de unos pocos preceptos referentes a la convivencia social y al decálogo. Por esta razón, eran considerados como pecadores.
La religión de Israel, que en sus orígenes fue una religión popular, se había convertido en una religión
de elite. La cantidad de tradiciones y preceptos paralelos a la Biblia no eran accesibles a la mayor parte de las personas. La teología era sumamente complicada y sólo se enseñaba a selectos grupos de
alumnos.
Los Maestros de la Ley, al ser los únicos que tenían este conocimiento, manejaban a la masa a su antojo. Contradecirlos era contradecir la misma voluntad divina.
El educador cristiano sabe situarse en el tiempo en el que nos ha tocado vivir. La creciente secularización de nuestra cultura hace que niños y jóvenes desconozcan frecuentemente los contenidos básicos de la fe cristiana. Pero ello no significa que Dios se haya olvidado de ellos, o que estén fuera del corazón del Padre.
El educador cristiano, lejos de separar y condenar, sigue el ejemplo de Jesús: Anuncia el amor de Dios y el compromiso cristiano con palabras sencillas y gestos comprensibles para los jóvenes. Para ello se centra en la cercanía personal, en la acogida incondicional a los más necesitados y en las experiencias de vida que ayudan a sentir a Dios, más allá de los complicados sistemas teológicos.
El origen del nombre de Galilea expresa la idea que aparece en el evangelio de hoy: Galil-Goyim, que significa «Tierra de no creyentes (gentiles)»
La pluriculturalidad de Galilea molestaba a los círculos ortodoxos del judaísmo radical de Jerusalén. En la Galilea la pluriculturalidad era manifiesta. Buena muestra de ello son las construcciones de corte griego que se alzaban por doquier. Era una cultura de ‘contaminación’.
Por este motivo los judíos ortodoxos y fariseos afirmaban que de Galilea no «salen profetas».






20/mar 2015, Viernes 4º de Cuaresma

Yo no vengo por mi cuenta
Recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas.
Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: “A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado”
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Juan 7, 1-2.10.25-30

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Jesús prefiere caminar por Galilea. Jerusalén estaba llena de peligros.
Históricamente fue así. Los círculos ortodoxos y defensores de las tradiciones se hallaban asentados en la capital. Galilea quedaba lejos del control de los grandes próceres del judaísmo oficial.
La presencia de Jesús en la Galilea es un dato teológico y no sólo geográfico. Galilea hace referencia a un texto de Isaías muy relacionado con el universalismo. «Galilea de los gentiles»... Con esta expresión Isaías quiere subrayar la idea de que la salvación de Dios es universal y se abrirá a todas las razas, comenzando por Galilea, tierra en la que la presión étnica y religiosa del judaísmo no era tan asfixiante como en la capital.
El evangelista asocia la acción de Jesús en Galilea a la universalidad que trae su mensaje, capaz de superar etnias, culturas y religiones.
El texto se sitúa también en la fiesta de las Tiendas, fiesta típica del pueblo de Israel que se celebra desde el año 700 a.C. Durante siete días viven en cabañas construidas con ramas y palmas. Todo adulto, y niño que ya no precise del cuidado de la madre, debe vivir durante una semana en cabañas. Se celebra durante el mes de octubre.
En esta fiesta confluyen dos tradiciones distintas. En primer lugar era acción de gracias por la cosecha. Los antiguos campesinos israelitas, siguiendo el ejemplo del pueblo cananeo, al acercarse el tiempo de la cosecha marchaban a cuidarla al propio campo. Allí permanecían y trabajaban en cabañas construidas al borde del campo.
Recogida la cosecha, hacían sacrificios de acción de gracias a Yahvé.
Con el paso del tiempo esta fiesta se fundió con el recuerdo del tiempo feliz del Éxodo en el que el pueblo era nómada y habitaba en tiendas, estrenando una libertad recién conquistada.
La presencia de Jesús entre la multitud resultaba incómoda para sus adversarios. Los escribas y fariseos imaginaban que el Mesías iba a llegar del cielo, o de una familia de reconocido renombre.
Soñaban con un redentor que tuviera la fuerza de las armas o la erudición rabínica. Jesús con su estilo popular y su forma de hablar no encajaba en estas perspectivas. Además de esto, no aceptaban a Jesús porque denunciaba la injusticia del sistema social y económico, encubierto por las instituciones religiosas de aquella época. Buscaban la ocasión de arrestarlo y eliminar el peligro que representaba.
Galilea pluricultural
«Recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo»
Esta frase del evangelio recoge con mucha fidelidad la situación religiosa, social y política en la que se hallaba Palestina en tiempos de Jesús.
Judea, situada en la parte sur, estaba dominada por el gobierno fundamenta-lista de los Sumos Sacerdotes. La ortodoxia judía era muy fuerte. Todo se centraba en torno al Templo de Jerusalén.
La parte norte, formada por Galilea y la Decápolis, era una región plural y abierta. En ella convivían ciudades de corte griego con pequeñas aldeas de tradición judía.
En las ciudades griegas se alzaban templos a divinidades diversas, teatros, hipódromos, baños....
Galilea era una zona pluricultural donde el judaísmo convivía con otras creencias y culturas. El mensaje de Jesús de Nazareth, abierto a la universalidad, nunca hubiera prosperado en Judea.




19/mar 2015, Jueves 4º de Cuaresma

Jesús crecía en sabiduría, en madurez y en favor ante Dios y los hombres.
Sus padres iban en peregrinación cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús había cumplido doce años subieron ellos a la fiesta según la costumbre, y cuando los días terminaron, mientras ellos se volvían, el joven Jesús se quedó en Jerusalén sin que se enteraran sus padres.
Creyendo que iba en la caravana, después de una jornada de camino se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
A los tres días lo encontraron en el templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían estaban desconcertados de sus inteligentes respuestas. Al verlo, quedaron impresionados, y le dijo su madre:
-Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? ¡Mira con qué angustia te buscábamos tu padre y yo!
Él les contestó:
-¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo tengo que estar en lo que es de mi Padre?
Pero ellos no comprendieron lo que les había dicho. Jesús bajó con ellos, llegó a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo aquello en la memoria.
Y Jesús crecía en sabiduría, en madurez y en favor ante Dios y los hombres.
Lucas 2, 41-52

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Es el último relato de la Infancia de Jesús, que no es otra cosa sino una catequesis para aquellos primeros cristianos. Una especie de índice de lo que será el Evangelio.Si entendemos este texto como un relato histórico, carece de sentido que Lucas se haya explayado aquí contándonos un incidente que tuvo lugar cuando Jesús (según el cómputo judío) alcanzó el umbral de su vida adulta.
Al igual que en los relatos anteriores, Lucas se ha preocupado del sentido teológico de la escena, ya que en ningún momento se ha propuesto escribir unas memorias -ni siquiera fragmentarias- de la vida privada de Jesús, sino, por el contrario, desglosar su creciente personalidad y su progresiva emancipación de las categorías socio-religiosas de su entorno judío.
La escena tiene valor teológico. Sirve para anticipar la nueva relación que se ha establecido entre Dios y el Hombre, relación que produjo desconcierto entre sus connacionales, pero que dejó trazas en la memoria del pueblo fiel.
Lucas crea un marco apropiado para esbozar el que será el tema central de la nueva enseñanza impartida por Jesús: Lo que salva no son los ritos de la religión judía, sino la fe universal en Jesús. En el texto de hoy, Jesús inicia un éxodo (un largo camino) que irá desde las tradiciones judías a una nueva forma de creen en Dios.
Para ello nada mejor que las fiestas de Pascua, en que se rememoraba el éxodo de Egipto: "Sus padres iban en peregrinación cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús había cumplido doce años, subieron ellos según la costumbre, y cuando los días terminaron, mientras ellos regresaban, el joven Jesús se quedó en Jerusalén sin que se enteraran sus padres" (2,41-43).
María y José, exactos cumplidores de la Ley, observaron escrupulosamente el período prescrito, y una vez cumplidos los ritos pascuales regresaron a su pueblo. Lucas subraya que "subieron ellos según la costumbre", dejando entrever que Jesús no fue allí con la misma intención, y que "mientras ellos regresaban" él se quedó. "Creyendo que iba en la caravana, después de una jornada de camino se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su
busca" (2,44-45).
La triple mención de "Jerusalén" nos indica que lo que Lucas quiere enseñarnos tiene que ver con la institución religiosa del judaísmo. Trece años era la edad requerida para que un judío tomase parte activa en la comunidad israelita. A partir de esa edad, Jesús, como buen judío, quedaría obligado a las observaciones de su religión. Pero de momento ya se ha desmarcado de sus padres, parientes y conocidos, es decir, de su entorno familiar.
Este texto se irá desarrollando en la vida de Jesús: por encima de los rituales judíos, Jesús colocará a los sencillos, a los pobres, a los pecadores. Lo que salva no son los rituales antiguos, sino la confianza en la misericordia de Dios que Padre bueno que quiere a todos.

«Tekton»
Los códices más antiguos designan el oficio del padre de Jesús con la palabra griega «tekton», que significa: albañil, constructor, cantero...
Parece ser que fue un escritor cristiano, llamado Justino, quien hacia el siglo II tradujo «tekton» por «carpintero». Esta acepción ha llegado hasta nuestros días. Pero lo más probable es que, tanto José como su hijo Jesús, trabajaran como albañiles. La ciudad de Séphoris, distante a 4 Km. de la aldea de Nazareth, se reconstruyó cuando Jesús tenía entre 15 y 25 años. Esta reconstrucción ofreció trabajo a todos los judíos de la zona. Probablemente también a José y su hijo Jesús.
Herramientas de carpientero. Oriente Medio. Siglo XII a.C.




III Jueves Cofrade'15: Se cancela la última charla formativa

Lamentablemente tenemos que comunicar que se cancela el último Jueves Cofrade del año.

Por motivos de salud, nuestro próximo ponente, D. Manuel García Castrillo, Fiscal de la Hermandad de San Bernardo, no podrá asistir al último Jueves Cofrade programado para el próximo jueves 19 de marzo.

Pedimos a María Auxiliadora por su pronta recuperación, y le agradecemos la disponibilidad y el interés que desde un primer momento nos ha demostrado.

18/mar 2015, Miércoles 4º de Cuaresma

Por la fe a la vida eterna
Dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo: «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió.
Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida.
Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida, Ios que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».
Juan 5, 17-30

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Hoy nos enfrentamos a un texto algo complicado en su estructura, pero fácil en su mensaje. Es una colección de frases agrupadas tras la muerte de Jesús e interpretadas a la luz de su resurrección; puestas por escrito hacia el final del siglo primero.Pero no se agruparon inocentemente, sino subrayando cómo los dirigentes religiosos judíos ardían en deseos de matar a Jesús. Y es que entre los cristianos del último tercio del siglo primero apareció una cierta simpatía hacia los romanos y una animadversión hacia los dirigentes judíos. A medida que fueron integrándose ciudadanos romanos a las comunidades cristianas, se suavizaron las posturas hacia ellos.
Poncio Pilato, por ejemplo, ha llegado hasta nosotros con la imagen del político que busca ser ecuánime, que se lava las manos y deja la responsabilidad de la condena de Jesús en manos de los judíos. Pero por la historia sabemos que el Emperador de Roma le destituyó de su cargo, varios años después de la muerte de Jesús, por los crueles excesos que cometió en el gobierno al aplicar indiscriminadamente la pena capital.
En esta colección de frases se identifica a Jesús con Dios Padre. Y se establece un paralelismo entre Dios Creador y Jesús que nos ha dado una vida nueva.
La obra más excelsa de la creación es el ser humano. Las realidades de orden cósmico, vegetal, animal, social y cultural están al servicio de la vida humana. Por lo tanto, la vida de un ser humano no puede estar sometida a los requerimientos legalistas y mucho menos a las prescripciones de los fariseos. La voluntad de Dios es que el ser humano viva y que su existencia sea un camino hacia la plenitud.
Tumbas cristianas. 
Siglo I En la ciudad de Jerusalén surgió la primera comunidad cristiana, inmediatamente tras la muerte de Jesús. Eran cristianos que rezaban en el templo de Jerusalén y practicaban muchos ritos propios del judaísmo.
Estos cristianos enterraban a sus muertos en la ladera del Monte de los Olivos, muy cerca del Valle de Josafat, que significa «Dios juzga».
En la imagen superior, varias tumbas cristianas del siglo I, excavadas en la roca.
En la imagen inferior, un osario hallado en este primitivo cementerio cristiano.

17/mar 2015, Martes 4º de Cuaresma

Has quedado sano; no peques más

Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Bethesda. Ésta tiene cinco pórticos, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice. “¿Quieres quedar sano?” El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua. Para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar». Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedando sano: «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó: “El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar”.
Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?» Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: “Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor”
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Juan 5, 1-3. 5-16

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) El milagro que recoge el texto hay que situarlo en un lugar de la ciudad de Jerusalén al que tenemos acceso por la arqueología: «La piscina probática». «Probática» hace referencia a «próbaton = oveja». Esta piscina se hallaba cercana a la «Puerta de la ovejas». Suministraba agua para servicio del Templo, y servía para lavar a las ovejas que iban a ser sacrificadas. El agua de esta piscina poseía propiedades curativas.
Junto a esta piscina «probática» se han hallado los restos de un balneario, al que se denominó «Bethesda», que significa «Casa de Acción de Gracias o Misericordia» por las curaciones obtenidas.
El estanque era rectangular y medía unos 100 metros de largo. Estaba rodeado de un pórtico sostenido por esbeltas columnas de 8 metros de altura (Ver imagen). Un muro de roca viva dividía la piscina en dos. Este muro de separación también tenía pórtico, por eso el evangelio habla de cinco pórticos. Se han hallado escaleras que facilitaban el acceso al agua.
El agua pasaba de la parte más alta del estanque a la otra. Cuando así ocurría, el agua se agitaba ligeramente. Creían los judíos que el agua se agitaba milagrosamente por la acción de un ángel que bajaba del cielo, y que el primero que la tocara quedaría curado.
Jesús encuentra a un hombre que ha vivido postrado largos años. Su enfermedad le impedía entrar en contacto con el agua curativa y no tenía dinero para pagar a un ayudante que le sumergiera: «No tengo quién me introduzca en el agua». Jesús, entonces, lo anima para que se incorpore y abandone el lugar. Aunque la liberación de Jesús se ve amenazada por el legalismo de los fariseos, el hombre paralítico queda curado.
Hay un dato simbólico muy significativo: El paralítico llevaba 38 años postrado en los pórticos sin que nadie le ayude a entrar en la piscina para recibir sus beneficios terapéuticos. Es extraño que se cite una cifra con tanta precisión. Se trata de un número simbólico. Todos los judíos sabían que 38 años es la cifra que da el libro del Deuteronomio (2,14) para indicar la generación de israelitas que salieron de Egipto y murieron sin entrar en la Tierra Prometida: El paralítico representa al Israel que nunca consiguió llegar a la Tierra Prometida. Es una figura representativa de todo el pueblo sometido y sin vida, descrito como una «muchedumbre».
Es terrible la expresión del enfermo: «No tengo a nadie...» Muchos chicos y chicas tampoco «tienen a nadie». Están esperando que los educadores cristianos llenemos esa carencia y les ofrezcamos la posibilidad de emprender un camino nuevo. Menores llenos de cosas, pero carentes de afecto. Hay que pasar de la escuela de los contenidos a la «escuela del sentido de la vida», donde niños y jóvenes hallan respuesta a todas sus necesidades. La misión del educador cristiano no es sólo acumular conocimientos, sino ofrecer motivos para una vida en plenitud.
Bet-hesda
Piscina situada en Jerusalén. Su nombre significa «Casa de la misericordia». Era una piscina formada por cinco pórticos. En el evangelio se le denomina «piscina probática». Recibía este nombre por hallarse cercana a la Puerta de las Ovejas, que en griego se dice «probaton».
Este gran depósito estaba formado por dos grandes estanques, divididos por un pórtico. Su función era acumular agua para el abastecimiento de la ciudad de Jerusalén y para el Templo. La tradición asignaba a estas aguas propiedades curativas. Muchos enfermos aguardaban en los pórticos.
Cien años después de la muerte de Jesús, los romanos construyeron sobre ella un santuario a Esculapio y un balneario con instalaciones para baños individuales y colectivos.
En la imagen, maqueta de la Piscina de Bethesda. Los últimos hallazgos arqueológicos han sacado a la luz la parte de mano izquierda (la más hundida), no ubicada hasta fechas recientes.

Por la madre de Manuel Marvizón

Tras el fallecimiento, el pasado 22 de febrero, de la madre de nuestro socio Manuel Marvizón, la familia nos informa de que el martes 17 de marzo tendrá lugar una Eucaristía en su recuerdo.

La Eucaristía se celebrará en la Basílica de Macarena a las 20:00 h.

Reiteramos nuestro más sincero abrazo para Manuel Marvizón y su familia.

Semana del 16/mar-22/mar

En esta semana en la que llevamos La Pasión a Peñaflor, tenemos el último de los jueves cofrades de esta Curesma 20145.
  • Mar 17/mar
    • 18:00 h - Taller de labores y manualidades, Asociación.
    • 21:00 h - Junta Directiva Permanente, Asociación.
  • Jue 19/mar
  • Vie 20/mar
    • 20:00 h - Gala de la Solidaridad, Teatro Ricaldone.
  • Sáb 21/mar
  • Dom 22/mar. Domingo de la Quinta Semana de Cuaresma
Seguid atentos al calendario que tenemos en constante actualización.

Nota:
  • Ya se avisará del día de carga de camión de docorados y de la salida del autobús de actores.

Fernando J. Claros,
Comunicación en Información

Fallece don Antonio Hidalgo

Don Antonio Hidalgo de los Santos, sdb, falleció el domingo 16 de marzo

Nos hacemos eco del triste fallecimiento de don Antonio Hidalgo, exdirector de la nuestra Casa Salesiana de la Trinidad que residía en la Comunidad Don Pedro Ricaldone desde la que parte a la Casa del Padre.

El funeral está previsto hoy lunes 16 a las 11:45 h, en la Basílica de María Auxiliadora.

16/mar 2015, Lunes 4º de Cuaresma

Jesús cura al hijo de un funcionario real

Pasados los dos días, partió hacia Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó a Galilea, los galileos le depararon un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir.
Entonces Jesús le dijo: «Si no veis signos y prodigios, no creéis.»
Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.»
Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.»
Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.» El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia.
Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
Juan 4, 43-54

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Al evangelista Juan le gustan los contrastes: hoy nos presenta la región de Judea en contraposición a Galilea. Dos de las regiones más importantes del país de Jesús.
En Judea se hallaba la capital, Jerusalén. Los habitantes de esta región se creían privilegiados por vivir cerca del Templo de Jerusalén. Se sentían ciudadanos privilegiados; hombres de sangre pura que sabían cómo comportarse para ser dignos judíos.
En cambio en la lejana Galilea, cerca de la frontera con naciones paganas, los judíos convivían con idólatras. La Galilea «de los gentiles» (paganos) era mal vista por los habitantes del Sur donde se alzaba la capital del país, orgullosa de su Templo.
Se nos dice que Jesús se desplazó de Judea a Galilea, y que sus paisanos lo recibieron bien porque habían escuchado las maravillas que había realizado durante la fiesta en la ciudad santa.
El evangelista apunta que Jesús se halla en Caná, la pequeña aldea donde había convertido el agua en vino a favor de unos recién casados en apuros. Hoy se le presenta un oficial del ejército de mercenarios que tenía Herodes Antipas. Este soldado le pedía la curación de su hijo enfermo.
A pesar del reproche inicial por buscar signos y milagros, ante la insistencia del hombre,
Jesús cura al muchacho a distancia. El poder de Jesús no conoce barreras, su compasión supera todo obstáculo.
A la hora en que pronunció su palabra sanadora, a esa misma hora el muchacho se curó según el testimonio de los criados del funcionario real. Por eso el relato finaliza con la anotación de que toda la familia del oficial creyó en Jesús. Y el evangelista anota que se trata del segundo "signo" realizado por Jesús, en el mismo pueblecito donde había realizado el primero. Y como anticipo de otros cinco "signos" que seguirá realizando Jesús para suscitar la fe de sus oyentes e interlocutores.
El educador cristiano sabe mirar la realidad con los ojos de Jesús. Allí donde los círculos oficiales del judaísmo tan sólo veían «gente pagana», Jesús sabe mirar el interior del corazón. Donde tan sólo hay un funcionario real (probablemente extranjero y de otra religión), Jesús sabe mirar el sufrimiento de este padre que teme por la vida de su hijo.
El educador cristiano descubre la bondad allí donde se halla. Sabe que todos los chicos y chicas tiene un anhelo de vida y bondad en lo más profundo de sus vidas.
Soldados romanos en tiempos de Jesús

En la región de Galilea no había soldados romanos. Éstos se hallaban fundamentalmente en la ciudad costera de Cesarea Marítima. En esta población residían una numerosa guarnición cuya misión era mantener el orden en la región de Judea y Samaría. Durante la fiestas de Pascua se desplazaba un grupo de soldados romanos para mantener el orden en la capital de Jerusalén, que veía duplicada su población con motivo de esta festividad judía Galilea (región autónoma del Norte) contaba con un ejército de mercenarios a cargo del rey Herodes Antipas. Aunque las costumbres y uniformes militares eran similares a las legiones romanas. Estos soldados-mercenarios provenían de Siria y Samaría.
Dados de hueso, utilizados por los soldados romanos