Fallece don Francisco Javier Pacheco

Nos deja don Francisco Javier Pacheco

En la página de la Inspectoría leemos que ha fallecido don Francisco Javier Pacheco.

Tenía 81 años de edad y había cumplido los 65 de salesiano y los 55 de sacerdote. Desde la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se comunica que en la madrugada del viernes 1 de septiembre ha fallecido en Sevilla el hermano salesiano sacerdote Francisco Javier Pacheco Fernández, de la comunidad de Sevilla-Trinidad. Su delicado estado de salud se fue agravando en las últimas semanas hasta llegar a este desenlace final. Tenía 81 años de edad y había cumplido los 65 de salesiano y los 55 de sacerdote.

Se celebrará su funeral el sábado 2 de septiembre, a las 11:00, en la Capilla del Colegio de la Trinidad, de Sevilla. En esta misma capilla tendrá lugar este viernes 1, a las 19:00, la celebración de la Eucaristía.

Don Javier nació en Gibraleón (Huelva), el 18 de diciembre de 1935. Hizo el Noviciado en San José del Valle (Cádiz), donde profesó el 16 de agosto de 1952. Estudió la filosofía en Utrera-Consolación (1952-54) y realizó el tirocinio en Cádiz (1954-58). Después, cursó los estudios de teología en Posadas (1958-62). Recibió la ordenación sacerdotal en Lucena (Córdoba), el 17 de junio de 1962.

Desde entonces ha venido desarrollando su labor pastoral en Sanlúcar la Mayor (1962-63 y 2009-11); Morón de la Frontera (193-65); San José del Valle (1965-66); Puebla de la Calzada (1966-67 y 1970-72); Sevilla-Universidad Laboral (1967-70); La Línea de la Concepción (1972-77; 1983-87 y 2004-07); Mérida (1977-80); Badajoz (1980-83); Utrera (1987-88 y 2011-15); Sevilla-Casa Inspectorial, como Ecónomo Inspectorial (1988-96 y 2002-04); Cádiz (1996-2000); Campano (2000-02); Rota (2007-08); La Orotava (2008-09); Alcalá de Guadaíra (2015-16); La Cuesta (2016-17); y Sevilla-Trinidad, comunidad a la que se había incorporado este mismo verano.

Don Javier deja un testimonio incomparable de entrega y de disponibilidad, de salesianidad, y de cariño y devoción entrañables a nuestra Madre Auxiliadora. Que el Señor lo haya acogido en su bondad, y que Ella lo tenga ya en su regazo.

Que descanse en paz.