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Siete años de la muerte de Don Luis Valpuesta

En el aniversario de la muerte de don Luis Valpuesta, recordamos las líneas que don Alfonso Francia le dedicara en el boletín Salesiano de junio de 2006.

Testigo del amor durante 84 años
Perfil de don Luis Valpuesta Cortés, Salesiano de Don Bosco

Pisó siempre tierra pero como de puntillas, en un artístico ballet del espíritu. Siempre ejecutaba la danza del amor. Su estilo sencillo, templado, me recuerda la abeja, afanosa siempre en busca de la miel del evangelio: el amor, con sus caras de amabilidad, comprensión, dulzura, detalles... Y me recuerda la mariposa, vistosa ella sin saberlo ni buscarlo, que da vida y colorido a todo paisaje y lugar. De flor en flor, de belleza en belleza. Volando inquieta, nunca quieta, pasando por la vida de muchos, dejando siempre mensajes de cielo y de jardín.

Hombre de Dios
Si hablaran... Cristo diría: tuvo un corazón semejante al mío. Don Bosco añadiría: captó de maravilla el Da mihi animas y la esencia del Sistema Preventivo: razonar siempre, envolver todo en amabilidad, y vivir la religión en su dimensión positiva, liberadora y como recurso educativo plenificador. Y si hablaran sus antiguos alumnos, de todas las épocas, llenarían programas y programas de elogios y de anécdotas de este hombre de Dios, y amigo, que pudo hacer sonreír a algunos con sus piadosas insistencias.

Apóstol de la confesión
Don Luis, promotor insigne de los 24, recibió el primer aviso de su estado de salud, un 24, como un mensaje de móvil de la Madre: “Luis, hijo, tu Madre te espera en el andén”. Luego, precisamente el Jueves Santo, día del amor fraterno y del sacerdocio, tres horas después de terminar los Ejercicios Espirituales en Sanlúcar la Mayor, fue a confesar -¡apóstol de la confesión!- a las hermanas salesianas.
Fue precisamente confesando a una hermana cuando sintió más sensiblemente la presencia cercana de la mano del Padre, de la Auxiliadora y de don Bosco. Venían a llevárselo al cielo que tanto predicó. ¡Ya estaba bien, Luis, le dijeron los tres! Fue la última absolución. Él no la necesitó, estaba en las manos del Padre y con ellas ocupadas no podía absolverlo. Abrazarlo sí. Y con qué fuerza: “Ven bendito...”

Comunicador
De anécdotas de don Luis, pueden hablar aquellos filósofos (potsnovicios) de Consolación de Utrera. ¡Cómo cuajó en muchos! Y pueden hablar tantos antiguos alumnos de los colegios, de los universitarios del Mayor Don Bosco, de las asociaciones, de la Confederación Nacional de Antiguos Alumnos...¡Dejó tal impronta! Y el día en que se recopilen sus “quincenales”, sus muchas hojitas y escritos, conoceremos y agradeceremos más el cúmulo de ideas, su fondo, su vocación, su celo apostólico, su amor a los jóvenes, a la Iglesia, a la Congregación y a las devociones salesianas.

Durante sus 84 años sembró su vida de amor. El entierro, el Sábado Santo, habla también. La presencia numerosa y fervorosa atestiguan la gratitud y amistad de muchos. Así como el funeral del día 19 de abril, en que la iglesia de la Trinidad estaba llena de gente y llena de fervor. Presidió don Antonio Montero, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz.

Es tiempo de pedirle gracias. Pero...hay que ser comprensivos, seguramente andará por el cielo repartiendo hojitas. Yo creo que hasta a don Bosco y a santa Teresa.


Alfonso Francia
Junio 2006

1 comentario:

  1. Con motivo del aniversario de la muerte de Don Luis Valpuesta (13 de Abril), podríamos recordarle, entre otras, por el cariño que siempre demostró al Movimiwento de Antiguos AA.AA./AS, tanto a nivel Nacional, Regional o local. Siempre estaba pensando en los exalumnos y siempre tenía un pensamiento o unas palabras para ellos. Sus primacías fueron el confesionario y la evangelización. Para la segunda, como carecía de facilidad con la expresión de la palabra, se buscó la fórmula de crear una modesta imprenta y desde ella publicaba todos sus pensamientos. Su gran preocupación era poder dejar su testigo en manos de los AA.AA., pues confiaba que con este procedimiento llegarían sus mensajes a todos los rincones. Y verdaderamente su ilusión se está cumpliendo, pues las famosas """hojitas de Don Luis Valpuesta""", que él quería que se titularan """ DE LOS AA.AA., su querido Movimiento de AA.AA. siguen su testigo, tal como ud. quería. Don Luis, ude. desde la otra ""ORILLA"", junto a nuestra Madre María Auxiliadora y con Don Bosco, lo que tiene que seguir haciendo es interceder y proteger su gran ilusión. Un saludo desde nuestra orilla.

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