- Señor, ¿cómo pueden mis amigos amarte y obedecerte si no te conocen? ¿Y qué hago yo para que te conozcan?
- Señor, tú «fuiste al matadero como cordero manso» (Jer. 11,18), pero yo, todavía, como cordero manso, ¡ni hablar!
Don Luis Valpuesta, sdb
Entradas relacionadas:
Mil pequeñas oraciones, 7 de febrero
Señor, ¡qué necio soy! Tú exigiéndome que te haga caso, y yo exigiéndote que me hagas caso.
Señor, te veo venir y, disimuladamente, huyo.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 5 de febrero
Señor, existe un Dios que yo me fabrico, y otro Dios, el auténtico, del que me habla la Biblia y el Evangelio.
Señor tú me amas siempre, y no precisamente por lo que valgo.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 6 de febrero
Señor, que yo rechace lo malo... ¡está bien!, pero que rechace lo bueno... ¡está muy mal!
Señor, qué mal lo paso cuando pretendo caminar por la vida queriendo ser impecable.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 9 de febrero
Señor, la vida no se para, pero yo debo pararme ante ella para ver qué dirección llevo.
Señor, ¡cuántas veces te he pedido cosas con autosuficiencia oculta!
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 8 de febrero
Señor, no me veo oveja perdida y extraviada, sino ingrata.
Señor, a ti, para amar, no te estorba la soberbia del hombre moderno, pero a mí sí.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
0 comments:
Publicar un comentario
Si no puedes publicar comentarios, envíalos a comentarios_blog@aaaadb-trinidad.org indicando a qué entrada asociarlo y nosotros lo publicaremos por tí.