- Señor, que yo comprenda que para ser humilde tiene
que suceder, primero, que alguien me humille y, segundo, que yo acepte
con alegría la humillación.
- Señor, a veces, pretendo que los que me rodean no tengan ni defectos ni limitaciones. Lo cual es absurdo.
Don Luis Valpuesta, sdb
Entradas relacionadas:
Mil pequeñas oraciones, 7 de febrero
Señor, ¡qué necio soy! Tú exigiéndome que te haga caso, y yo exigiéndote que me hagas caso.
Señor, te veo venir y, disimuladamente, huyo.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 11 de febrero
Señor, ¡qué diferencia entre los que quieren todo (los egoístas) y los que no quieren nada (los santos)!
Señor, que mi ‘hombre viejo’ no estorbe a la fecundidad de tu apostolado.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 10 de febrero
Señor, tengo tendencias de hacerme propietario de mi apostolado.
Señor, ¿cómo te las arreglarás para que una
inspiración tuya pueda entrar en mi corazón a pesar de mis ocultas
resistencias?
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 8 de febrero
Señor, no me veo oveja perdida y extraviada, sino ingrata.
Señor, a ti, para amar, no te estorba la soberbia del hombre moderno, pero a mí sí.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 9 de febrero
Señor, la vida no se para, pero yo debo pararme ante ella para ver qué dirección llevo.
Señor, ¡cuántas veces te he pedido cosas con autosuficiencia oculta!
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
0 comments:
Publicar un comentario
Si no puedes publicar comentarios, envíalos a comentarios_blog@aaaadb-trinidad.org indicando a qué entrada asociarlo y nosotros lo publicaremos por tí.