Llegó puntual, a eso de las 20:20, elegantemente vestido y con un cerebro rebosante de ideas, deseoso de exponerlas a los asistentes que allí se encontraban. La ponencia comenzó a las 20:45, posterior a una pequeña visita en la que se mostró al ponente, la hermosa historia de nuestra Asociación.
Tras la protocolaria presentación de nuestro presidente Eduardo, comenzó una magnífica ponencia que no dejó indiferente a nadie pues, la temática descrita, era inusual para muchos. La Simbología y el halo de misterio que cerca a las imágenes que capta nuestra retina, fue resuelta con maestría por el ponente.
Sirviéndose de algunos ejemplos, muy curiosos por cierto, pudimos llegar a comprender cómo una imagen vale más que mil palabras. Realizó una paseo ameno y dinámico por la Historia del Arte, exponiendo varios ejemplos que simplificaban a la perfección cómo la imagen ha sido utilizada a lo largo del tiempo para manipular la mente humana, llegando a nuestros días en los que sigue ejerciendo ese poder sobre la mentalidad humana.
Exquisitos y acertados fueron los ejemplos que explicó pues, con ellos, pudimos comprender que las imágenes buscan, siempre, transmitir una emoción. Así mismo, cómo lo atractivo, lo sorprendente, los desacostumbrado y lo obsceno, en las imágenes, son los componentes que más fuertemente se adhieren a la memoria.
Dinamismo, intervenciones, risas y alguna que otra lectura forzada por uno de los asistentes, fueron el atractivo de una ponencia que difícilmente se olvidará en los anales históricos de nuestra Asociación.
Al concluir la intervención, el presidente, de nuevo, agradeció su visita y sus cultas palabras, para dar paso a María Arellano, componente del Grupo Joven, la cual le hizo entrega, en nombre de toda nuestra Asociación, de un hermoso recuerdo con la imagen de nuestro Padre Don Bosco.
Desde la Juventud agradecemos sin medida vuestra colaboración y asistencia, no sin antes insistir en la necesidad, no forzada, de participar con más asiduidad a estos eventos pues suponen un encuentro excelente para con la cultura y las ganas de aprender. No os podéis imaginar cuánto se puede enseñar en tan poco tiempo.
He consagrado mi vida a la juventud, porque de su educación depende la felicidad de una naciónUn fortísimo abrazo en Don Bosco.
Don Bosco
Antonio Gila,
Vocal joven
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