- Señor, a mis ojos, tu Pasión y Muerte no tienen ni pie ni cabeza, pero a tus ojos tienen mucho pie y mucha cabeza.
- Señor, qué peligrosas son, para la vida espiritual, las razonables razones.
Don Luis Valpuesta, sdb
Entradas relacionadas:
Mil pequeñas oraciones, 5 de diciembre
Señor, hasta mi propio deseo de ser santo no es limpio del todo.
Señor, enséñame a experimentar algo de lo que Tú sufriste en la Pasión.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 7 de diciembre
Señor, no es lo mismo llamarte Señor, que «mi Señor».
Señor, comprendo que los hombres metidos, en las riquezas, placeres y poderes, no te encuentren.
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 9 de diciembre
Señor, ¿me es lícito pensar más en mi apostolado que en ti?
Señor, admito que tú has Resucitado, pero, si no voy
al Sagrario, ¿me doy testimonio, a mí mismo, de que tú has Resucitado?
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 8 de diciembre
Señor qué fácil me resulta besar tu cruz, y qué difícil besar la mía.
Señor, tú tienes tu punto de vista. ¿El tuyo debe coincidir con el mío o el mío con el tuyo?
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
Mil pequeñas oraciones, 6 de diciembre
Señor, qué gran pecado es dudar de tu amor.
Señor, tú eres "fuente de toda santidad". Los cristianos que no beben de esa fuente, la Eucaristía, ¿dónde beben?
Don Luis Valpuesta, sdb
… Leer más
¡Qué gran sacerdote y salesiano, D. Luis Valpuesta! ¡Cómo se necesitan sacerdotes de su valía y corazón que sean referentes auténticos y claros de una identidad salesiana y sacerdotal sin complejos!
ResponderEliminar