Logo AAAADB

¿Cómo puedo darme de alta como socio o socia?

Rellena la Solicitud de federación y háznosla llegar al correo secretaria@aaaadb-trinidad.org, o entréganosla directamente en nuestra Asociación.
Instagram Twitter Facebook WhatsApp

Convivencia El Milagro de las castañas 2024


6/abr de 2015, Lunes de la Octava de Pascua

No tengáis miedo
Las mujeres se marcharon a toda prisa, del sepulcro: impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos».
Ellas se acercaron, se postraron ante Él, y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: «No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos, que vayan a Galilea; allí me verán».
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: “Decid que sus discípulos, fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros.”
Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia, se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.
Mateo 28, 8-15

Comentario (José Joaquín Gómez Palacios, sdb) Las mujeres de las que habla el texto de hoy ya han tenido una experiencia de la resurrección, pero ha sido incompleta: Han contemplado una tumba vacía y han sentido temor ante el anuncio de un ángel... pero eso no es suficiente para creer en la resurrección. Esta nueva narración va a descubrir a las primeras comunidades qué elemento falta todavía para creer en la resurrección de Jesús.
Jesús y las mujeres juegan un papel activo. Jesús les sale al encuentro y las saluda. Ellas le responden “acercándose, abrazando sus pies y adorándolo”. Aquí está resumida la verdadera experiencia de las mujeres y de la comunidad sobre la resurrección de Jesús. Ni el sepulcro vacío, ni la presencia de un ángel son razón suficiente para creer en la resurrección. El verdadero y único argumento de la fe consiste en aceptar a Jesús y hacer experiencia de su misma vida.
Los primeros cristianos debieron acumular muchos datos acerca de la resurrección del Maestro, pero la resurrección de Jesús no tiene otra prueba mejor que la de la propia experiencia, que no sólo serena los temores que nacen de ser discípulos de un ajusticiado por rebeldía, sino que compromete en acciones concretas que apuntan a un compromiso por construir el Reino.
¿Por qué ese interés en dirigirse a Galilea? Por un motivo teológico: Galilea es la región de la apertura a los gentiles y los paganos, Por el contrario, Jerusalén es símbolo de un judaísmo cerrado que no puede ofrecer nada nuevo. La nueva comunidad tiene vocación universal.
También existe un motivo histórico y geográfico: Los discípulos huyen de Jerusalén tras la muerte del Maestro. Parece ser que dirigieron sus pasos hacia Nazareth y Cafarnaún, poblaciones de Galilea donde habían permanecido varios años junto al Maestro. La arqueología ha hallado en Nazareth y en Cafarnaún las ruinas de dos casas convertidas en comunidad cristiana ya en el siglo I. En Nazareth, la aldea de Jesús, los discípulos constituyeron la «nueva familia de Jesús».
Mientras no tengamos esta experiencia concreta de seguimiento de Jesús, todos los argumentos elaborados mentalmente para probar la resurrección son meros racionamientos. La fe en la resurrección de Jesús no es tan sólo una reflexión racional, sino una vivencia personal.
La resurrección se comprende plenamente cuando intentamos vivir la misma vida del Resucitado. Al hacer esto, sentiremos vivo a Aquel a quien asesinó la injusticia, y comprometeremos nuestra vida en combatir el mal y contribuir al nacimiento de un mundo nuevo, donde todos seamos capaces de vivir como hermanos.

Entradas relacionadas:

  • Mil pequeñas oraciones, 29 de diciembre Señor, tengo razón desde mi razón, no desde mi fe. Señor, si viera con claridad que todos los hombres son verdaderamente mis hermanos, ¿podría vivir como vivo? Don Luis Valpuesta, sdb … Leer más
  • "¡Podéis contar conmigo!"Don José Miguel Nuñez ha retomado estas últimas semanas la publicación en su blog Palabras al Oído con entradas (casi diarias) de la vida de Bon Bosco. Aquí os dejamos la primera de esta última serie (15/01/2013) ¡Podéis c… Leer más
  • Mil pequeñas oraciones, 31 de diciembre Señor, las ramas de un árbol, ¿saben lo que hacen sus raíces? Y yo, sarmiento de tu vid, ¿sé lo que hace tu presencia en mi corazón? Señor, ¿quién eres Tú que te siento tan cerca de mí y no te veo? Don Luis Valpuesta, … Leer más
  • Mil pequeñas oraciones, 30 de diciembre Señor, cuando me escucho, no te escucho. Señor, te doy gracias porque no he tenido el peligro de estar cerca de los fondos reservados. Don Luis Valpuesta, sdb … Leer más
  • Sin un céntimoNueva entrada (16/01/2013) en el blog Palabras al Oido de don José Miguel Núñez... Cuenta el fiel secretario Viglietti en su crónica que el 16 de agosto de 1886 Don Durando, prefecto de la Congregación, entró en la habitac… Leer más

0 comments:

Publicar un comentario

Si no puedes publicar comentarios, envíalos a comentarios_blog@aaaadb-trinidad.org indicando a qué entrada asociarlo y nosotros lo publicaremos por tí.