- Señor, si el diablo es egoísta, yo soy diablo.
- Señor, es muy bonita la parábola de Lázaro y el rico Epulón, pero yo tiendo a ser el rico Epulón.
Don Luis Valpuesta, sdb
Decana de España. Fundada en el año 1902 por Don Pedro Ricaldone, IV sucesor de Don Bosco
Antonio Pareja, Marcos Borrero y Rafael Jiménez junto al Hno. Mayor y la representante del Ayto. de Algeciras |
Don Bosco es consciente de la importancia de la educación de los jóvenes y del pueblo y promueve, en la Italia del siglo XIX, nuevos proyectos de prevención y de desarrollo. Su obra va mucho más allá de una mera acción paliativa y ante una situación socio-política que no tutelaba realmente a los niños y adolescentes, Don Bosco busca incidir en la realidad social de la Turín pre-industrial para hacer que las cosas puedan cambiar.Sigue leyendo...
En su tiempo no se hablaba de los “derechos de los menores”, pero su esfuerzo se dirigió a devolver la dignidad a los jóvenes más vulnerables y a capacitarlos laboralmente para su inserción en la realidad social. Un buen ejemplo lo encontramos en los contratos de aprendizaje firmados “a pie de obra” por el propio Don Bosco, el patrón que asumía al trabajador y el propio joven. Fueron los primeros contratos, conservados aún en el Archivo Central de la Congregación, que entre 1851 y 1854 aseguraban condiciones dignas para los jóvenes aprendices cuando nadie se ocupaba de ellos y eran solo mano de obra barata, carne de explotación laboral. Fue otra revolución, paralela a la que comenzaba a desarrollarse en la Europa industrializada y que dejaba sentir sus primeros síntomas en la Italia de la segunda mitad del siglo XIX.
ANS - 11/02/2013
Queridos Hermanos, Hermanas, miembros todos de la Familia Salesiana, Amigos de Don Bosco: Os saludo con el corazón de Don Bosco, desde México, a donde vine para la celebración del Jubileo de Oro de la Inspectoría de Guadalajara, mi Inspectoría de origen.
Aunque profundamente sorprendidos por la noticia apenas recibida, la decisión del Santo Padre Benedicto XVI, de presentar su renuncia a seguir guiando la "barca de Pedro" y confirmar a sus hermanos en la fe a través de la proclamación del Evangelio, el testimonio de la vida, el sufrimiento y la oración, quedamos edificados por este gesto ejemplar y profético.
Al presentar su renuncia, motivada por razones de edad y fatiga, resultado de su solicitud por ayudar a la Iglesia en una época de profundos y rapidísimos cambios sociales, que tienen que ver con la fe y la vida cristiana y requieren una gran energía física y espiritual, el Santo Padre confiesa que se puso en actitud de discernimiento ante Dios.
Su decisión es, pues, el resultado de la oración, y por lo tanto ¡es un signo ejemplar de obediencia a Dios! Tal actitud no puede sino despertar nuestra mayor admiración y estima. Se trata, una vez más, de un rasgo espiritual típicamente suyo: la humildad, que le hace libre ante Dios y ante los hombres, y pone de manifiesto su sentido de responsabilidad.
Al tiempo que expresamos al Santo Padre, como habría hecho Don Bosco, nuestro agradecimiento por la generosidad con que ha servido a la Iglesia y ha hecho sentir su paternidad con respecto a nuestra familia, lo acompañamos en esta etapa de su vida con nuestro gran afecto y oración.
Desde ahora oramos por la Iglesia, invocando al Espíritu Santo, para que sea Él quien la guíe en este momento de la conclusión de un pontificado y de la convocatoria y celebración del Cónclave.
Confiamos a María Inmaculada Auxiliadora de los Cristianos, en esta memoria de Nuestra Señora de Lourdes, al Santo Padre y a toda la Iglesia. Ella seguirá manifestándose, como siempre a lo largo de la historia, madre y maestra.
En comunión de corazones y oraciones.
Don Pascual Chávez V., SDB
Rector Mayor
En julio de 1846 Don Bosco enfermó gravemente. Una bronquitis aguda con inflamación de los pulmones, unida al agotamiento y la debilidad lo llevaron a las puertas de la muerte. Conocemos bien el episodio. El joven sacerdote no había cumplido todavía los 31 años y comenzaba la obra de los oratorios con los pobres jóvenes abandonados a su suerte en los arrabales de Turín. Se sentía, destrozado por la enfermedad, a punto de acabar, aceptando encontrarse al final del camino y preparado para el encuentro con el padre.
La noticia de su enfermedad comenzó a extenderse como un reguero de pólvora por los talleres, las fábricas y los andamios de la ciudad: “¡Don Bosco se muere!”.
Un número incesante de muchachos desfilaban por los pasillos de El Refugio de la Marquesa Barolo, donde Don Bosco tenía por entonces su habitación, para preguntar por él e interesarse por su salud. Como el propio Don Bosco describe en las Memorias del Oratorio, supo más tarde que aquellos jóvenes:
“Espontáneamente rezaban, ayunaban, iban a misa, comulgaban; se alternaban pasando la noche en oración y el día delante de la imagen de María de la Consolación. Por la mañana se encendían velas especiales y hasta bien entrada la noche había siempre un gran número de chicos pidiendo a la Madre de Dios que curase a su pobre Don Bosco (…) Me consta que bastantes muchachos albañiles ayunaron a pan y agua durante semanas sin parar de trabajar…”.
Y el milagro se hizo...
'Chicago, al son del jazz' engancha al público en el Teatro CajasolAdemás nos deja imágenes como estas...
Farándula Don Bosco estrenó este fin de semana, con motivo de la Fiesta de la Unión 2013 el musical 'Chicago, al son del jazz' en el Teatro de la Fundación Cajasol. Gran acogida la que tuvo la obra dirigida por Manuel Halcón, que llenó la Sala Joaquín Turina y cumplió las expectactivas creadas con creces gracias a una sobresaliente puesta en escena y una extraordinara capacidad de los actores para mantener al público enganchado a la función durante todo el espectáculo.
A mis queridos amigos: el Director, Maestros, Profesores, alumnos y todos los moradores del Colegio de Lanzo.
Dejad que os lo diga y nadie se dé por ofendido: sois unos ladrones; lo digo y lo repito, me lo habéis robado todo.
Cuando fui a Lanzo me encantasteis con vuestra bondad y cariño; aprisionasteis las facultades de mi mente con vuestra piedad; me quedó todavía este pobre corazón, cuyos afectos me robasteis por entero. Y ahora vuestra carta, firmada por doscientas manos amigas y queridísimas, se ha apoderado de todo este corazón; no ha quedado en él más que un vivo deseo de amaros en el Señor, de haceros el bien y salvar vuestra alma.
Este generoso rasgo de afecto me invita a...
Ana Pedraza, en Roxie Hart |
Maribel Rodríguez, en Velma Kelly |
Valentín Trinidad, en Billy Flynn |
Escribe Don Bosco en las Memorias del Oratorio, refiriéndose a los orígenes de Valdocco y el inicio de los talleres en el Oratorio:Sigue leyendo...
"Apenas se pudo disponer de otras habitaciones, aumentó el número de aprendices artesanos, que llegó a ser de quince; todos escogidos de entre los más abandonados y en peligro" (en el original añade: 1847).
Don Bosco escogió, lo expresa él mismo con claridad, a los jóvenes más abandonados y en peligro para el inicio de su Oratorio. En nuestra familia, la preocupación por los últimos, por los más pobres, por los más abandonados ha sido siempre una constante y es una herencia comprometedora que hemos recibido de nuestro padre.
La preocupación social, el compromiso transformador, el sentido de la justicia y la sensibilidad hacia los últimos han sido siempre características de su acción pastoral y han vertebrado su misión.
A pesar de los años y de la progresiva madurez de la obra de Don Bosco, éste no dejó nunca de cuidar la “casa madre”. Valdocco estará siempre presente en su corazón y aunque la mente y los sueños volaban lejos, su alma permanecía unida al Oratorio y su anhelo pastoral lo mantenía en medio de sus jóvenes aunque físicamente estuviese lejos y se prolongaran más de la cuenta sus ausencias de Turín. En febrero de 1870, durante una de sus estancias en Roma, escribe a Don Rua:Sigue leyendo...
“Aunque en Roma no me ocupe únicamente de la casa y de nuestros jóvenes, sin embargo mi pensamiento vuela siempre donde tengo mi tesoro en Jesucristo, a mis queridos hijos del Oratorio. Varias veces al día mi mente les hace una visita”.
Valdocco vive un periodo de madurez y Don Bosco
El viaje que realiza Don Bosco a París en 1883 resultó ser una auténtica apoteosis. Ya anciano y con numerosos achaques, con la obra salesiana en pleno desarrollo y con importante reconocimiento social y eclesial, su visita a las casas salesianas y a los benefactores franceses fue un viaje en el que la sociedad parisina expresó al santo sacerdote una profunda estima y gran veneración.Sigue leyendo...
Don Bosco tiene 68 años y está envejecido. Busca dinero desesperadamente para terminar la construcción de la Basílica del Sagrado Corazón en Roma. Como decía a menudo caminando encorvado y con paso lento, subiendo y bajando escaleras en las casas de sus benefactores, “Llevo la Iglesia del Sagrado Corazón a cuestas”.
El viaje por toda Francia durará cuatro meses, del 31 de enero al 31 de mayo. Fue agotador. Pero aquel viaje, como el que posteriormente realizará a España, contribuirá notablemente a...
Programa de mano (ratón sobre la imagen: reverso) |
Cuerpo de baile de CHICAGO en uno de sus últimos ensayos |